«Las canciones se sustentan en muy pocos elementos, pero a la vez el sonido es robusto»
Tras una etapa en Cálido Home, Anna Andreu debutó el año pasado con Els mals costums, un disco en el que se rastrean influencias de Maria del Mar Bonet o Joan Miquel Oliver, entre otras.
Texto: EFE EME.
Foto: CARLES PONS.
Tras varios años coliderando el proyecto Cálido Home, Anna Andreu debutó en solitario el año pasado con el disco Els mals costums. Un repertorio que ha grabado en catalán con la violinista Marina Arrufat y que, como aventuran desde su agencia de comunicación, contiene pinceladas simultáneas de Maria del Mar Bonet y Joan Miquel Oliver. En su lista de influencias también se halla Paco Ibáñez, de quien ha versionado recientemente el tema “Canción del jinete”, inspirada en un poema de Federico García Lorca. Ahora, prepara nuevas canciones que verán la luz, previsiblemente, en 2022.
¿De dónde vienes?
Nací en Barcelona y me crie en un pueblo cercano. Hace más de diez años volví a Barcelona. Fui la mitad de Cálido Home, un proyecto que me hizo aprender y disfrutar en muchos aspectos junto a Eduard Pagès.
¿Cómo nace el proyecto?
Este proyecto nace de darme cuenta de que no estaba haciendo nada en la dirección de ser feliz, llevaba dos o tres años alejada de la música, trabajando para tener una estabilidad económica que no me producía ninguna satisfacción, así que el proyecto nace de la voluntad de cambiar eso y de tener la suerte de tener las circunstancias idóneas para, como mínimo, intentarlo.
Describe tu sonido.
Creo que es muy transparente, las canciones se sustentan en muy pocos elementos, pero a la vez el sonido es robusto, sobre todo en directo.
Principales influencias.
Feist, Andrew Bird, Amalia Rodrigues…
¿Cómo definirías tu primer disco?
Íntimo y bastante atemporal.
Cinco discos de cabecera.
Arleta vol.II, de Arleta; Andrew Bird & the mysterious production of eggs, de Andrew Bird; Metals, de Feist; Santa ferida, de Ferran Palau; The designer, de Aldous Harding.
Cinco canciones perfectas.
“Especially me”, de Low; “The barrel”, de Aldous Harding; “Wedding song”, de Anais Mitchel; “Top yourself”, de The Raconteurs; y “Sisyphus”, de Andrew Bird.
¿Prefieres estudio o directo?
Directo, sin duda.
¿A quién te gustaría telonear?
A Feist.
¿En qué disco de homenaje te gustaría participar?
Jamás me he parado a pensarlo, me gustaría que fuese alguien a quien quiera.
¿Qué canción del disco es la que mejor te representa y por qué?
Quizás “El crit al cel”, sobre todo por la letra. No suelo escribir canciones pensando en una idea en concreto, es más adelante cuando le encuentro un sentido y este sentido es el que ayuda a terminarla. “El crit al cel” es una canción nostálgica que no augura un futuro muy esperanzador, aunque al mismo tiempo es dulce. No lo sé, yo siempre he sido un poco “viejoven” y creo que esta canción también lo es.
¿Cómo eres encima de un escenario?
Pues me siento sorprendentemente segura. Digo sorprendentemente porque con el tiempo me he ido dando cuenta de que no soy una persona tan segura como creo que aparento. Pero en el escenario me siento cómoda, lo disfruto y sobre todo me encanta compartirlo con Marina, es algo que me hace muy feliz.
¿Qué planes tienes este año?
Seguir haciendo canciones y preparar bien el nuevo trabajo. Si tenemos tanta suerte como hasta ahora, seguir dando muchos conciertos, que es donde más disfruto, y al fin y al cabo hago las canciones para tocarlas.
Tienes cincuenta palabras para vender tu primer disco. ¡Adelante!
Creo que es momento de dar relevancia a algo más importante que mi propio trabajo: el impacto directo que tiene comprar un disco, ir a conciertos o recordarnos que la libertad de expresión es un derecho fundamental que debemos proteger.
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