«Dejaos de purismos, lo que importa es que Lou Reed está trascendiendo con su muerte»
Con la muerte de Lou Reed, Juanjo Ordás detecta algunos síntomas que parecen anunciar su próxima ascensión a los altares iconográficos del pop. Y no le parece mal.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Falleció Lou Reed y muchas revistas de papel empiezan a darle portada, tanto aquellas para las que ha sido figura indispensable como aquellas para las que simplemente ha sido una figura más de la iconografía pop a explotar según la época. Ahora todo el mundo comenzará a comprarse camisetas con la portada de “Transformer”, puede que incluso las vendan en las mismas tiendas de ropa «fashion» que ofertan en estos momentos camisetas de The Ramones y The Rolling Stones, llegarán multitudes a las puertas de las (pocas) tiendas de discos que hay en la ciudad para comprarse algún recopilatorio que contenga algunas de sus mejores canciones. Oye, a lo mejor incluso se deja caer hasta un biopic.
¿Pero sabéis qué? Todo esto es fantástico. Es cojonudo. Una puta maravilla. Dejaos de purismos, lo que importa es que Lou Reed está trascendiendo con su muerte, es «cool» que proliferen camisetas con el plátano, es «cool» que se vendan sus discos, y no estará demás que se edite un buen doble cedé a rebufo de muerte para que cualquiera pueda acceder a lo más granado de su repertorio con facilidad. Porque esa es la idea de la música, que trascienda, que llegue a todos. Lou Reed no es tuyo, Lou Reed es de todos.
–
Anterior entrega de Corriente alterna: ¡Ra, ra, ra, Bowie ganará!