«¿Qué es lo que un adolescente demanda? Música que le haga sentir vivo pero que también le sostenga en su regazo, justo lo que el rock and roll mejor sabe hacer»
Juanjo Ordás continúa desarrollando la línea abierta esta semana en «El oro y el fango» alrededor de la difusión del rock español, incidiendo en que el rock adulto también puede llegar a los adolescentes.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Foto (Bunbury): JOSÉ GRIL.
Decía Juan Puchades, aquí mismo esta semana, que el rock español se está muriendo porque no suena en la radio. Y es verdad. Pero hay que añadir que se está muriendo porque no suena en la radio de un país como el nuestro. Llegó un momento en que las emisoras comerciales decidieron aumentar su beneficio. Y lo hicieron con toda lógica, cuidando de su negocio, algo en absoluto reprobable. Encontraron que su «target» de audiencia era joven, entiendo que estaban en lo cierto: esos estudios cuestan dinero y son realizados por profesionales. Si esa era la forma de maximizar beneficios, estaban en su derecho. El público maduro estaba destinado a escuchar los hits de siempre o a cambiar el dial.
Porque se da por hecho que el público maduro no consume música. Y es cierto. Ocurre en todo el mundo. Para muchos, el rock and roll es un entretenimiento de juventud que con la entrada en la edad adulta se desvanece tornándose en la banda sonora del pasado. ¿Quién dijo que era incompatible pagar una hipoteca, tener hijos y seguir escuchando la música que tanto te gusta? Nadie, pero la inmensa mayoría de la audiencia decide no hacerlo. Con suerte, ese público seguirá acudiendo a algún concierto de ese artista que tanto le gustaba, esperando escuchar los hits que tanto le gustaban. Eso es un hecho.
¿Pero por qué se considera la edad como algo tan poco cool, tan poco guay? Son muchos los países en los que no se considera carca a un artista que pase de los cuarenta, no hace falta decir que en el nuestro no es así, eso también es un hecho. Tampoco me apetece atacar a España, pero es lo que hay. Así que, ¿por qué no iban los artistas maduros de rock español poder llegar a un público joven? ¿Por qué no apostar por ellos de cara a la juventud? Me refiero a los adolescentes, que parecen destinados a consumir unicamente música interpretada por adolescentes. ¡¿Pero qué coño es eso?! ¿Un chaval de quince años no puede alucinar con “Arenas movedizas”? ¿Una chavala no puede flipar con “Delantera mítica”? Claro que sí, pero como bien decía Puchades, no tienen oportunidad de llegar a ellos, mucho menos en este mundo sobreestimulado. Si al rock español se le da mercado, el rock español funciona. ¿Qué es lo que un adolescente demanda? Música que le haga sentir vivo pero que también le sostenga en su regazo, justo lo que el rock and roll mejor sabe hacer.
Se da por hecho que los adolescentes rechazarán cualquier mensaje proveniente del mundo adulto cuando décadas de experiencia nos dicen que no es así, que un adolescente está abierto a todo y también dispuesto a rechazar lo que le venga en gana. ¿Y qué adolescente no va a querer encontrar un amigo en Carlos Tarque, Igor Paskual, Quique González o Bunbury? ¿Cómo va a querer un adolescente limitarse a escuchar la voz de gente de su edad? ¿Cómo va a crecer así? Ah, claro, lo mismo se trata de no encontrar otras líneas de pensamiento.
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Anterior entrega de Corriente alterna: El frío mundo digital.