«Sus claras influencias, falta de calado intelectual (bueno, era solo rock and roll, ¿no?) y el hecho de no crear titulares más allá de escándalos propios del rock and roll way of life provocaron que la prensa más culta les dieran la espalda»
Juanjo Ordás recuerda a Aerosmith por medio de un recopilatorio que muestra a una banda de rock and roll peleón, sin necesidad de recurrir a argumentos intelectuales. Pero es que eso era, en esencia, el rock.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Los recopilatorios tienen su sentido, claro que sí. Depende del momento, de la forma de la obra, pero tienen su función. En 1994 Aerosmith eran ya pasto del público masivo gracias a todos esos hits que estaban acumulando durante su etapa en la discográfica Geffen, momento que Columbia aprovechó para vender a esa nueva generación de seguidores sus viejas canciones, el magma que les había hecho hervir durante la década de los setenta como la gran banda de rock que eran. Así, un recopilatorio como “Pandora’s toys” se hacía necesario, tanto de cara a los jóvenes poco versados en rock and roll como de cara a la historia de una banda que era mucho más que vistosos videoclips en la MTV.
Aerosmith pertenecen a la oleada de rock setentero norteamericano criado al calor de la british invasion de los sesenta. Sus claras influencias, falta de calado intelectual (bueno, era solo rock and roll, ¿no?) y el hecho de no crear titulares más allá de escándalos propios del rock and roll way of life provocaron que la prensa más culta les dieran la espalda. Claro, había que entender que grupos como Aerosmith no estaban interesados en capturar el espíritu de su tiempo ni de retarlo como Lennon, Jagger o Bowie, que lo suyo era cabalgar en el desenfreno y moverse en la urbe yanqui.
Por ello, hay que hacer sonar “Pandora’s toys”, porque todo el mundo sabe ya quienes son Aerosmith pero hay que continuar rememorando su etapa clásica, y este es un recopilatorio ligero, bonito y bien envuelto. Porque los Aerosmith de los setenta son una banda de rock lujosa e inspirada. También lujuriosa y colocada. Y aunque no les importara el «zeitgeist», el universo sensual y estupefaciente creado por Steven Tyler da para discos y discos. En “Pandora’s toys” tienes encapsulada la esencia de los Aerosmith más rockeros, grasosos y lascivos, entre versiones de categoría (‘Helter skelter’, ‘All your love’), clásicos propios (‘Sweet emotion’, ‘Mama kin’) y tesoros recuperados (‘Chip away the stone’). Si te gusta, en la caja “Pandora’s box” hay más, y después a por toda su discografía en Columbia.
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