«Tal vez se trataba de que esa óptica estaba ya demasiado empañada. Ahí seguían las letras memorables, buenas canciones, pero el corsé apretaba»
A Juanjo Ordás, tras la leve decepción que le supuso su último disco, confía en que el próximo de Nacho Vegas, lo reubique musicalmente.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Nacho Vegas está grabando nuevo disco. Una buena noticia. El asturiano es uno de los grandes del rock de autor español, en general su obra me gusta bastante pero con su último disco, “La zona sucia”, se produjo un divorcio entre ambos: todavía no sé qué pienso de ese disco. Recuerdo que la primera impresión fue que era más de lo mismo. Y esa impresión aún perdura. Al margen de que la producción fuera más limpia (que lo era), al margen de que las canciones fueran más concretas (que lo eran) y al margen de la calidad de estas (que les sobraba), mi sensación fue de que el nicho creativo del que nacía “La zona sucia” era exactamente el mismo del que habían nacido los sobresalientes “Desaparezca aquí” y “El manifiesto desastre”.
Por alguna razón, la única canción que realmente me pareció excitante fue la última, ‘El mercado de sonora’, no porque fuera mejor que las demás –aunque ciertamente era de las mejores de esa colección– sino porque a nivel de producción iba muchos más pasos allá que las demás. Definitivamente, Vegas necesitaba un salto, dejar a sus musas de lado y buscarse otras nuevas, desnudarse de su traje y ponerse otro nuevo. ‘El mercado de sonora’ indicaba por dónde tirar, o al menos una opción. Quizá esa era la razón de que no me emocionara “La zona sucia”, tal vez se trataba de que esa óptica estaba ya demasiado empañada. Ahí seguían las letras memorables, buenas canciones, pero el corsé apretaba. No he escuchado nada del nuevo disco, pero su título, “Resituación”, me hace pensar que quizá sea eso, una reorientación. Las grandes canciones sabemos que van a seguir allí, pero ojalá Nacho haya dado la vuelta a la brújula.
–