“Lo que nos excita, lo que nos emociona, es esa liberación, que una canción o un disco nos lleve a lugares que no existen en el exterior, sino en el interior de nosotros y que tiene el potencial de hacernos mejores personas al permitirnos fluir espiritualmente libres”
Esta semana Juanjo Ordás trata de desentrañar el gran misterio: qué es el rock and roll. Y llega a su propia conclusión, alejada de esa idea de que el rock es una forma de vida.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Muchas veces damos vueltas a qué es la cultura, qué es el arte, qué es la música pop y qué es el rock and roll. Y muchas veces se escucha eso de que el rock and roll es un modo de vida que en realidad trasciende a la música. Pero creo que eso es incorrecto. Me explico. Pienso que lo que a muchos nos gusta realmente de la música rock es que libera. No nos gusta el rock and roll de por sí, sino por lo que provoca en nosotros. Lo que nos excita, lo que nos emociona, es esa liberación, que una canción o un disco nos lleve a lugares que no existen en el exterior, sino en el interior de nosotros y que tiene el potencial de hacernos mejores personas al permitirnos fluir espiritualmente libres. De ahí que llamemos rock and roll a esa liberación y que haya músicos ajenos al rock and roll que nos parezcan muy rock and roll, y cineastas que nos parezcan rock and roll, pintores, incluso entrenadores de fútbol. Porque en realidad hablamos de liberación, no de música rock. El rock and roll es el ticket, el boleto, la entrada. Una música que nos lleva hacia esa emocionante liberación pero que no es esa emocionante liberación de por sí. El rock and roll es el avión que te lleva a un país extático, pero no es el país extático en sí, como tampoco lo es la escuela Bauhaus, el dadaísmo o un partido deportivo.
Todo esto no debe entenderse como un desprecio al mundo material, porque el mundo físico es tan importante como el espiritual en este caso. Porque están hermanados, porque sin ambos es imposible llegar a este éxtasis tan tremendamente emocionante. Porque en el fondo, lo que estás haciendo es encontrar mediante el arte tesoros dentro de tu alma, al abrirlos te renuevas, te vuelves algo distinto, mejor. Encuentras la tranquilidad que no tienes en tu vida, encuentras la clave para olvidar el odio y cambiarlo por tu bienestar y el de los demás. Porque cuando sabes que gracias al arte puedes ir tan dentro de ti mismo, las ofensas diarias dejan de importar, porque llevas dentro el mejor de los regalos y eso solo puede hacerte feliz y disminuir el impacto de la crueldad. El mayor cambio empieza por uno mismo.
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Anterior entrega de Corriente alterna: Leon Bridges, un tipo muy “cool”.
