«Puede dejar boquiabiertos a propios como extraños, que actúe como gran estrella tras nombres como Iván Ferreiro y Nacho Vegas es una combinación tan curiosa como necesaria»
«Escándalo, es un escándalo», cantaba Raphael hace años. Y un escándalo ha sido su inclusión en el cartel del festival Sonorama. Juanjo Ordás opina sobre el particular.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
No entiendo por qué tanto escándalo con el cartel del Sonorama 2014. A mí me parece maravilloso que Raphael sea cabeza de cartel en un festival que suele apilar nombres indies. Por un lado, indica apertura de miras por parte de sus organizadores, por otro, no deja de ser una celebración de la música popular. Bueno, y por otro se trata de Raphael, y tanto si su música gusta como si no, hablamos de una leyenda. Pero lo más importante es reventar prejuicios. No cabe duda de que este artista supone un verdadero espectáculo sobre las tablas que puede dejar boquiabiertos a propios como extraños, que actúe como gran estrella tras nombres como Iván Ferreiro y Nacho Vegas es una combinación tan curiosa como necesaria.
Raphael es un hombre contradictorio e interesante, fue el artista favorito de Carmen Polo (la dama del franquismo), pero también ha cosechado amistad con políticos de distinto pelaje y se ha codeado con músicos bastante diversos. Eso a mí me provoca mucho morbo. Hay que tener en cuenta que España es un país en el que es imposible hacer política moderna y desde luego que los organizadores del Sonorama no han pretendido ningún movimiento de dicha índole, pero la inclusión de Raphael en la programación tiene mucho de romper tabúes hacia una apertura de miras necesaria en el arte, aunque curiosamente también en la política.
Pero hablamos de música, ¿verdad? ¿Por qué no va a disfrutar alguien igualmente del de Linares que de otros nombres del cartel? Se trata de música, de emoción. Igual que uno puede disfrutar con “La jungla del cristal” y acto seguido con “Ciudadano Kane”, por qué no se va a poder saltar por estilos y épocas destruyendo prejuicios. Lo del Sonorama es actitud. Pura y dura.
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