“Una mezcla de rock alternativo y flamenco que va un poco más allá de los valientes y magníficos pasos de Los Planetas en dicha área porque es un trabajo absolutamente desprejuiciado pero con un pulso cultural que hay que saber tomarle, eso sí”
El debut discográfico en solitario de la hija mediana de Enrique Morente consigue la reverencia de Juanjo Ordás, sorprendido ante la apuesta musical y el carisma de la granadina.
Una sección de JUANJO ORDÁS.
Impresionante debut el de Soleá Morente. Qué talento, qué inteligencia y qué valentía. Echando un vistazo a los créditos del elegantemente presentado libreto, llama la atención que ella misma se haya atrevido a producir el disco. Esta mujer tiene carácter, tenedlo en cuenta. Por eso “Tendrá que haber un camino” exuda fuerza y arte. Posee el poderío del legendario “Omega” que Lagartija Nick grabaran con su padre, el mítico y tristemente fallecido Enrique Morente. No es una salida de tono, es que “Tendrá que haber un camino” es tremendamente bueno, una mezcla de rock alternativo y flamenco que va un poco más allá de los valientes y magníficos pasos de Los Planetas en dicha área, porque es un trabajo absolutamente desprejuiciado pero con un pulso cultural que hay que saber apreciar, eso sí. Si hay un riff de guitarra tarareable, enseguida llegará una letra que supure sentimiento, si el viaje desciende hacia la raíz arribará una batería rockera. Es ese juego el que mece la estructura del disco. Y es un juego inteligente, espontáneo pero inteligente.
La fuerte personalidad de Soleá es la que dirige el cotarro, unificando las canciones entorno a un concepto unitario en el que las capas sonoras se aplican con uniformidad por su emocionante voz. Seguro que su padre estaría orgulloso de “Tendrá que haber un camino”. No solo porque su influjo a nivel musical y lírico es más que digno, sino porque se deja ver a las claras la cantidad de trabajo que Soleá ha sacado adelante para conseguir una confección tan perfecta en la que ha insertado dos conmovedoras versiones de Cohen. A su lado han estado colaboradores de lujo, desde el equipo de ingeniería hasta gente del prestigio de J, Antonio Arias y La Bien Querida, además de su madre y hermanos. El arte fluye por la familia Morente, eso es un hecho.
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Anterior entrega de Corriente alterna: Star Mafia Boy, tomando el pulso al rock duro español.