Corriente alterna: Baila mientras puedas

Autor:

corriente-alterna-09-03-14

«A todos nos parece curioso que el pop intelectual se pueda bailar, pero lo cierto es que el pop viene de donde viene, de mover a las masas»

 

El tema que avanza el nuevo disco de Drexler, abiertamente bailable, pone sobre la mesa si el pop de corte más teórico también puede ser música para bailar.

 

 

Una sección de JUANJO ORDÁS.

 

 

Anunciábamos hace unos días en EFE EME que Jorge Drexler editaba un single bailable. Todo con un titular que lo especificaba y que yo mismo podría haber redactado. Incluso al leerlo me dije: “Mira, que Drexler pone a bailar los versos, ¡interesante!”.

Jorge me gusta mucho. En su día dediqué esta columna a rebatir su entonces actual propuesta de hacer canciones interactivas. Sigo estando conforme a mi postura, pero algunos me consideraron un enemigo de Drexler. Y desde luego que no acertaron, le tengo un enorme respeto y “Amar la trama” me pareció uno de los mejores álbumes de 2010.
Sin embargo, ese titular de la revista digital que estás leyendo ahora mismo y que, insisto, yo mismo podía haber firmado, me ha hecho reflexionar. Porque a todos nos parece curioso que el pop intelectual se pueda bailar, pero lo cierto es que el pop viene de donde viene, de mover a las masas. Desde Dylan hasta Nick Cave, desde Rubén Blades a Santiago Auserón, son muchos los que le han dado un contenido intelectual, pero incluso estos dos últimos han sido capaces de mezclar poesía –o ideas a desmenuzar– con ritmos que movían caderas en más de una ocasión. Es complicado, algo digno de orfebre, hay que condensar las ideas mejor, hay que saber concretarlas. Como ellos hicieron, como muy bien ha hecho Drexler. Pero a día de hoy es algo que nos sorprende, porque quizá llevamos demasiado tiempo ofuscados en una sola dirección. Quitaos los anteojos de intelectual y moved el culo.

Anterior entrega de Corriente alterna: Bunbury bajando de un ovni.

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