“Es importante no parar de tocar, con quien sea, constantemente, semana tras semana. Solo así eres parte de la música y la música es parte de ti”
Su último disco, “Nueva dimensión vital”, ha llevado a Corizonas a múltiples festivales y escenarios. Horas antes de tocar en Madrid, el jueves 2 en la sala La Riviera, Fernando Pardo –pieza clave también de Sex Museum y Los Coronas– habla con David Pérez Marín sobre la gira.
Texto y fotos: DAVID PÉREZ MARÍN.
Todas las fechas son importantes para una banda, pero este 2 de febrero se antoja especial. Tocáis en La Riviera en el concierto #JuntémonosconCorizonas, que da el poder a los fans de la música en directo para decidir dónde quieren que actúen sus artistas favoritos. ¿Qué se siente al ser una de las bandas más solicitadas para actuar en directo?
¡Nos encanta, por supuesto! Tocar en La Riviera es un placer y un reto, todo en uno. Y además hacerlo por medio de iniciativas como la de Shows on Demand y J&B nos demuestra que sigue existiendo gente dispuesta a apostar y empujar por la música en particular y la cultura en general, mecenas contemporáneos. Los músicos sabemos tirar adelante solos perfectamente, sobre todo los de nivel medio como yo, pero cuando tienes la suerte de contar con ayudas como estas, inevitablemente te salta una lagrimita, porque la mayoría de las veces recorremos un camino bastante ingrato y solitario.
¿Cómo va esta gira y qué feedback estáis teniendo del nuevo material sobre los escenarios?
Muy buena. Aunque con este disco hicimos las cosas al revés y lo presentamos directamente en los festivales de verano en lugar de empezar tocando en salas. No tuvimos tiempo para probar o experimentar con el nuevo repertorio, salimos directamente a los grandes escenarios. Esto tiene un efecto aumentador, como mirar las cosas por un microscopio que hace que cualquier fallo parezca un cataclismo, además de tocar con otro montón de bandas que te pueden dejar en evidencia si lo haces mal o aún no estás en forma. Cuando empezamos a tocar en salas este septiembre pasado estábamos ya en muy buena forma y sabiendo muy bien cómo hacer funcionar las nuevas canciones e integrarlas con las antiguas.
Parece que tras la grabación del “Nueva dimensión vital” y decantaros por los temas que habíais compuesto en español, incluso traducir algunos de los que teníais en inglés, habéis ganado personalidad y una identidad que os diferencia más de Los Coronas y Arizona Baby que en “The News Today”. ¿Cómo gestionasteis ese proceso de cambio, que abarca no solo la apuesta total por el español, sino la liberación de ataduras estilísticas y expectativas continuistas? Me pregunto si hubo que empujar a algún miembro para que saltara, o todos visteis claro el siguiente paso.
Fue bastante natural, la verdad. El paso al castellano lo decidimos al final, cuando estábamos a punto de mezclar el disco. Empezamos a grabar con una mentalidad muy abierta, un poco pensando a ver qué pasaba. Nos valía casi cualquier cosa, desde canciones más parecidas al primer disco hasta acercamientos un poco frikis y bailongos a la electrónica. Grabamos incluso dos instrumentales. Fue un proceso bastante natural y cuando llegó el momento de tomar la decisión de elegir once canciones de entre las veintipico que habíamos grabado, todo fue bastante sencillo.
¿Crees que “Bestiario” fue un punto de inflexión en la maduración de la identidad de Corizonas?
Absolutamente. En colectivos musicales como el nuestro es inevitable que los movimientos de alguna de las bandas no afecten a las otras.
Las letras de este último trabajo están cargadas de compromiso y reivindicación, quizás una de las que mejor expresa el desencanto actual es la que abre el viaje, ‘La cuerda que nos dan’, donde podríamos decir que rozáis, “a lo Corizonas”, la canción protesta. Pero esa crítica ante tanta incertidumbre que se extiende por cada surco del álbum la acompañáis de luminosos estribillos pop y una experimentación continua, una mezcla de honestidad y espontaneidad. ¿La música hace caer la balanza del lado del optimismo y la esperanza en esta obra?
Si, al final todo va bien. Y si no es así, engáñate o automedícate, porque una vida con nubarrones encima no vale la pena. La mayoría de la gente que está cambiando el mundo en ONG’s o que nos sirven de ejemplo cuando se suben a un barco de Greenpeace se van a un campo de refugiados en Siria o van a África a ayudar con Médicos Sin Fronteras es gente vital y contagiosa. Si yo no fuera tan bipolar ayudaría mucho más de lo que ayudo, soy consciente, pero desde la música nos sentimos obligados a mostrar nuestra visión del compromiso a la mediterránea, sin demasiada trascendencia, contradictorio, con un punto de humor y alejado del sermón. No somos tan europeos como nos exigen desde el norte de Europa, o lo somos de una manera en la que en nuestro ideario cuentan tanto Nietzsche como Gloria Fuertes, Lee Marvin como Fernando Fernán Gómez, los Beatles como Los Brincos.
Hablando del papel de la música, ¿qué pensáis de las críticas que suscitó la concesión del Nobel de Literatura a Bob Dylan?
A mí me parece cojonudo que le hayan dado el Nobel, por supuesto que se lo merecía, no se si más que otro, pero seguro que igual que cualquiera.
¿Qué discos y músicos te han influenciado en la creación de “Nueva dimensión vital”?
Nietzsche, Gloria Fuertes, Sartre, Los Módulos, Solera, Juan y Junior, Gary Snider, Clarice Lispector, Rodney Mullen, Becker & Fagen, Mina, Marta Ruiz, la muerte de mis padres… de todo un poco y no necesariamente influencias musicales.
No paráis de tocar, ya sea con Los Coronas, Arizona Baby, Sex Museum, El Meister o incluso acompañando a otros grandes músicos, como el caso de Loza y Javi Vacas con The Mastersons, por ejemplo. ¿Cómo de importante es la retroalimentación creativa y el mestizaje para vosotros?
Es importante, por supuesto, pero mucho más importante es no parar de tocar, con quien sea, constantemente, semana tras semana. Solo así eres parte de la música y la música es parte de ti. Solo así creas como quien eres y tu música suena a ti, no a ningún otro, trascendiendo las influencias y siendo capaz de expresar todo lo que llevas dentro, lo íntimo y lo diferente. Para mi lo importante de tocar con otra gente es que me sirven de billete para que este viaje continúe, siempre en tránsito, aquí y allí, y en el fondo en ninguna parte.
