DISCOS
«Un álbum que se inmiscuye por todos los recovecos de la personalidad de un grupo que, afortunadamente, continúa inspirado»
The New Pornographers
Continue as a guest
MERGE RECORDS, 2023
Texto: SARA MORALES.
Hace cuatro años, The New Pornographers partieron su propio molde con el álbum In the morse code of brake lights. Además de recordarle al mundo que siguen siendo una de las propuestas sonoras más a tener en cuenta de las últimas décadas surgidas en Canadá, lograron colarse en las listas de Billboard, nada menos que en el puesto número dos. La escena musical, por si los había olvidado, volvía a poner a la superbanda de power pop en primera línea de su atención; y no hay duda de que aquello les sentó realmente bien.
Tras la exitosa gira del álbum y en pleno estado de gracia comenzó a cocerse este Continue as a guest. Carl Neuman, el líder del grupo, se recluyó en su casa de Woodstock (Nueva York) para dar forma durante un año a esta novena entrega que, con cierto regusto casero y reposo ambiental, ya tenemos entre las manos y podemos reconocer como otra de las grandes obras de los de Vancouver.
El ente vocal de The New Pornographers, integrado habitualmente por el propio Newman y Neko Case, y que brilla en esta ocasión en temas como la inquietante “Pontius Pilate’s home movies”, se desborda de gloria cuando se suma una tercera voz, la de la teclista Kathryn Calder, en pasajes de cierta tensión sintética como “Angelcover”. Y aunque suenan oscuros en general, rozando más que nunca el indie pop rock, también lo hacen preciosistas en canciones como “Wish automatic suite”, divertidos en “Last and beautiful”, bucólicos en “Bottle episodes” o miméticos, bailongos y pegadizos como en “Really, really light”.
Y por si fuera poco con ellos mismos y sus propias aportaciones (Carl Newman, Neko Case, Kathryn Calder, John Collins, Todd Fancey y Joe Seiders) en este trabajo se les une para sumar fuerzas Zach Djanikian, al safoxón, presente en casi la totalidad del repertorio, y la compositora estadounidense Sadie Dupuis en un tema concreto y muy a tener en cuenta también, “Firework in the falling snow”.
En definitiva, un álbum cargado de volumen, de múltiples formas; listo para inmiscuirse por todos los recovecos de la personalidad de un grupo que, afortunadamente, continúa inspirado y con ganas.
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Anterior crítica de discos: Moving on skiffle, de Van Morrison.