DISCOS
“Un disco en sazón, acogedor y con alma, sincero aunque no sean canciones propias”
Naike y Paquete
“Con nombre de mujer”
MAPA RECORDS
Texto: CÉSAR PRIETO.
Los flamencos son dados a alianzas. En la tensión dialéctica que se estableció entre pureza y vanguardia hará cosa de medio siglo, la música de raíz fue buscando absorber otros sonidos y de ahí surgieron colaboraciones, fusiones productivas y otras aparentemente contranatura como la de Enrique Morente y Lagartija Nick. Es una situación que hoy afortunadamente se ve totalmente plausible y que ha dado este “Con nombre de mujer” en el que el antiguo componente de La Barbería del Sur Juan José Suárez –‘Paquete’– y la activa sanluqueña Naike Ponce no solo juntan sus talentos, sino que lo hacen para recoger en forma de testimonio diez canciones sustentadas por nombre de mujer.
Evidentemente, no son todas provenientes del mundo del flamenco. El ‘Estrella’, de Enrique Morente y unas ‘Alegrías’ son el único tributo al mundo del que provienen; y tangencialmente una copla, ‘Ay Maricruz’, que ha cantado todo el mundo y que tiene versión impagable de Imperio Argentina y aquí un solo de guitarra de Tomatito que no es de este mundo. Resulta pues, sin ser un disco del todo flamenco, que se han agenciado un tropel de colaboradores casi imposible; para que se hagan una idea, entre los de carrera extensa, Tino di Geraldo y Raimundo Amador.
Aparte de las tres citadas, se despliegan una buena media docena de encajes en la que parte importante deriva de Iberoamérica: el ‘Te recuerdo Amanda’ con una resolución musical básica que le da prestancia; un ‘Lady Laura’ del que borran todo el edulcorante y la derivan hacia el Caribe con su tres y un pequeño tumbao final y el tango ‘Malena’ en que Naike sabe quebrar la voz hasta que el bandoneón se estremece.
Un par más de los setenta hispanos: el ‘Lucía’ de Serrat, que de nuevo busca la emoción con los mínimos elementos, y el ‘Palabras para Julia’ que musicó Paco Ibáñez, aquí con cierto tono de jazz y de rumba, marcando la cercanía un piano y la ternura un violín. Y con ello nada más, porque la ‘Soledad’ que aparece acreditada a Emilio José – ganó Benidorm en 1973 con ella– no es tal, sino otra canción diferente del repertorio de la mallorquina Concha Buika.
La única versión fuera de nuestra lengua –aunque adaptan la letra– es el ‘Roxanne’ del primer disco de Police, que se inicia mimética y se cierra con unos rapeados que no le sientan del todo bien. Excepto con esta, han conseguido un disco en sazón, acogedor y con alma, sincero aunque no sean canciones propias. No sabemos si la pareja tendrá continuidad con más trabajos de este estilo o quedará como un proyecto singular, pero sea lo que sea, el camino ya lo han despejado y llenado de claridad.
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Anterior crítica de discos: “Changes”, de Chardles Bradley.
