“Lo tienen todo: una base rítmica directamente explosiva, un guitarrista tan introspectivo como inmenso en la ejecución y un cantante (¡qué cantante!) no solo excelso en lo vocal sino sobrado de carisma”
La banda de blues Clutch regresó a Barcelona duplicando el aforo de su última visita, alimentando las expectativas. Viéndoles en directo estuvo Eduardo Izquierdo.
Clutch
Barcelona, sala Apolo
9 de diciembre de 2016
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Tengo la impresión de que, a pesar de las muy buenas críticas recibidas, Clucth no vivieron su mejor noche sobre las tablas en su reciente visita a Barcelona. Bastante erráticos en la ejecución y con un Neil Fallon con ciertos problemas de voz, solucionados con absoluta profesionalidad y maestría, el impacto que causaron en un servidor fue superior, por ejemplo, en su anterior visita. Aunque es de recibo reconocer que una noche simplemente buena de Clutch se convierte en excelente si la hacen otros grupos. Porque los de Maryland están a un nivel estratosférico y salir defraudado de uno de sus conciertos se me antoja imposible. Lo tienen todo: una base rítmica directamente explosiva, un guitarrista tan introspectivo como inmenso en la ejecución y un cantante (¡qué cantante!) no solo excelso en lo vocal sino sobrado de carisma. Por eso no extraña su crecimiento exponencial en cuanto a repercusión mediática y que en un par de años hayan tenido que doblar la capacidad de la sala en la que actuaban en Barcelona.
Arrancaron la noche con el tema que acabó el concierto (antes de los bises) del día anterior en Pamplona y es que la banda está cambiando su repertorio ampliamente de fecha a fecha. Un ‘X Ray visions’ que dejó claro que, una vez más, se iban a comer el escenario y a aplastar a una audiencia entregadísima. Tras ella, ‘Firebirds’, como el arranque extraído, de su último disco “Psychic warfare” dio paso a ‘Immortal’ de “Pure rock fury” (2001) demostrando que no se iban a quedar solo en su último trabajo. Momentos grandes hubo, y muchos. ‘La Curandera’ de “Blast tyrant (2004), la versión del ‘Algo ha cambiado’ de Pappo’s Blues de “Strange cousins from the west” (2009) o ese eterno hit que es ‘Electric worry’ de “From Beale Street to Oblivion” (2007) fueron mis favoritos. Habrá quien escogerá otros, cuestión de gustos, pero pocos se atreverán a discutir que estamos ante uno de los grupos con mejor directo de la actualidad. Hay cosas contra las que nada se puede decir.
