«Una comedia negra que no desentonaría en la cara B del mejor cine de los hermanos Cohen»
«Turistas»
(«Sightseers», Ben Wheatley, 2012)
Texto: CÉSAR USTARROZ.
¿Tienes más de treinta años? ¿Estás harta de vivir bajo las faldas de tu madre? ¿Seguro que has superado la repentina defunción de tu mascota? Bien, todavía no hemos hecho ninguna selección entre el público pero, ¿y si además admites que te gusta tricotar ropa interior? ¿Braguitas de ganchillo y sujetadores de borrego? Confiésalo, quieres impresionar a un elemento tan “weirdo” como tú, de tu misma índole, muchacha.
Excéntrico como un “petit suisse” de chorizo, tu nuevo novio no solo te va a desflorar la alcachofa, también te va a llevar de camping por la Britania más profunda en plan “Turistas”, enganchada al remolque de la última película de Ben Wheatley. Así que deja de ocultar esa falsa inocencia, hemos reconocido tu escondida fragancia homicida, tan manifiesta como el olor a “speed” en el césped recién cortado.
Del destape de estos femeniles apetitos y su absurdo trenzado con un individuo de marcianas aficiones, tenemos como resultado una comedia negra que no desentonaría en la cara B del mejor cine de los hermanos Cohen. El comienzo de “Turistas” reajusta las manecillas del reloj en un tiempo suspendido, en una estrafalaria decadencia que nos retrae a la relación madre-hija de las Bouvier Beale (plasmada en el magnífico documental «Grey gardens» de 1975 o en su aceptable réplica, ficcionada en el 2009). No descubrimos ningún “hit”; sin embargo, “Turistas” tiene un aire de amateurismo zarrapastroso que se apoya en el punto de vista clínico de unos personajes que están como una puta regadera, entera y pulidamente encarnados por Alice Lowe como Tina y su madre Carol (Eileen Davies). El tercer vértice del triángulo de amor bizarro lo completa el pretendiente, Chris (Steve Oram). Al menos este chico, lo miremos como lo miremos, ejecuta a sus víctimas con algún pretexto, por tímidas que sean las ganas de tomarse la justicia por su mano. En cambio, el simple despecho le valdrá a Tina para descoyuntar cráneos empujando al vacío al más infeliz de entre el elenco de subnormales que merodean este mundo de desperdicios sociales.
Y para terminar, y volver cuanto antes al amaestramiento de moscas en estos tiempos ociosos, recomendamos “Turistas” por su capacidad de abstraernos. Ha pasado horita y media y ni nos hemos enterado.
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Anterior entrega de Cine: “360. Juego de destinos”, de Fernando Meirelles.