Chorus, de Mildlife

Autor:

DISCOS

«Llamémoslo un viaje espacial colorido, revestido con un ritmo agradable y pegadizo»

 

Mildlife
Chorus

Heavenly / PIAS, 2024

 

Texto: XAVIER VALIÑO.

 

Los australianos Mildlife han venido haciendo una fusión psicodélica de jazz funk con influencias disco y krautrock desde 2013, con dos discos publicados hasta ahora. Sus cuatro componentes suelen crear temas flotantes y un tanto bailables que duran al menos cinco minutos y suenan maravillosamente. Chorus es su tercer trabajo y, según sus propias palabras, el disco más optimista hasta la fecha.

Lo llaman «un testimonio sonoro de la inquebrantable adoración por las encantadoras atmósferas de sonidos psicodélicos y siderales de los años setenta, un disco sobre la capacidad cósmica y la química, lo que hace que las cosas funcionen… Es el ritmo de la naturaleza». Según ellos, contiene el sonido de entidades separadas que se fusionan en un todo maravilloso, una unión armoniosa y una simbiosis festiva. Lo cierto es que su música suena como si los miembros del grupo estuvieran tocando todo el día en largas improvisaciones en las que se puede intuir que disfrutan de verdad. Llamémoslo un viaje espacial colorido, revestido con un ritmo agradable y pegadizo.

Con un título irónico, Chorus (Estribillo, algo que brilla por su ausencia), sus canciones tienen arrebatos funky y vienen aderezadas con pachulí y un montón de sintetizadores analógicos. No hay más que escuchar el corte inicial, “Forever”, en el que ritmos africanos dan paso a un electropop hechicero, y ese es solo el corte inicial. Su tema titular llegar a cerca de los diez minutos. Pero nada como los dos singles que sirvieron de adelanto: si “Musica” es simplemente irresistible, en “Yourself” dan ganas de quedarse a vivir.

Anterior crítica de discos: Can we please have fun, de Kings of Leon.

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