La visita de Charly García a Mendoza (en el oeste de Argentina) fue seguida con atención por los medios locales ya que anteriores viajes habían acabado en diferentes escándalos. Pero ayer la cosa pasó a mayores cuando tras discutir con uno de los técnicos de su equipo destrozó dos habitaciones del hotel en el que se alojaba –»Demoliendo hoteles» es el título de una de sus grandes canciones–, después sufrió un episodio de crisis nerviosa cuando la policía lo desplazaba al hospital. En estos momentos se encuentra ingresado en la unidad de cuidados intensivos, aunque su vida no corre peligro. Según el director del hospital, García sufrió un «cuadro de excitación psicomotriz sumamente agresiva como consecuencia del consumo de drogas, alcohol u otras sustancias».
En las horas previas al incidente, la prensa local había publicado algunas imágenes de sus actitudes extravagantes en la ciudad. Se pueden ver en este enlace.
En el número de abril de la edición argentina de Rolling Stone, una larga entrevista con Charly García dejaba testimonio de su actual situación: enrocado con un disco, Kill gill, que no se ha publicado oficialmente pero que desde hace más de un año circula por internet mientras él se empeña en seguir acabándolo. En la ruina económica, García declaraba que él ya no puede arreglar su situación y pedía que el país le ayudara, que alguien le ayudara. Todo ello envuelto en un discurso errático en el que defendía lo mucho que él ha hecho por los argentinos. Sin duda, el antaño ídolo de multitudes está pasando los peores meses de su vida.