Candy Caramelo lleva años tocando el bajo con grupos y solistas, en directo o en estudio, como Los Rodríguez, Jaime Urrutia, Ariel Rot, Andrés Calamaro, Fito Fitipaldi, Marcelo Champanier o Sergio Makaroff. Su nombre es, hace tiempo, un referente de cierto tipo de rock español, pero no podíamos imaginar cómo sería un disco firmado por él: En octubre la respuesta llegará con Por amar no hay que pagar, su primer disco en solitario.
Un álbum sorprendente, divertido y variado en el que el bajista se torna guitarrista, compositor y cantante adicto al rock and roll clásico –muy próximo al rockabilly– y al swing, como si hubiera escuchado con atención a Brian Stezer, pero con identidad propia y con algunas canciones que suenan como un cañón –la que da título al disco, sin ir más lejos–. Entre los invitados, Andrés Calamaro, del que, además, se marca una rockandollera toma de «Elvis está vivo».
Por amar no hay que pagar lo editará DRO/Warner en octubre.
