Ramoncín: “Rosendo estaba enamorado de los Cars, solo hablaba de los Cars, a mí me parecía una cosa acojonante, estaba fascinado con el tema teclados”
Estrenamos una nueva sección titulada “Canciones cruzadas”, en la que explicamos el origen de algunas canciones que intérpretes consolidados escribieron para otros solistas. Arancha Moreno nos habla de ‘Callejones’, el tema que escribió Ramoncín para Rosendo.
Texto: ARANCHA MORENO.
“No me abandones,
en la calle todo es guerra
estamos solos, tu mirada es como aire
son callejones”
‘Callejones’
Letra: Ramoncín. Música: Rosendo Mercado
“Loco por incordiar”, Rosendo
RCA RECORDS, 1985
Los caminos del Señor son inescrutables; los del señor Mercado, al parecer, también. Al menos eso es lo que se desprende del relato que hace Ramoncín del Rosendo de mediados de los 80. Por entonces, el de Carabanchel había cerrado las puertas de Ñu y Leño, y estaba preparando su debut en solitario, “Loco por incordiar”. Zafiro, a su vez, le había enjaulado legalmente: la compañía se negaba a darle la carta de libertad y acabó concediéndosela a cambio de la cesión de los royaltis de la obra de Leño durante la friolera de 25 años. El pacto era desproporcionado, pero Rosendo necesitaba seguir adelante, y lo aceptó. En esas circunstancias gestó su primer trabajo a solas, que verá la luz en RCA en 1985, y para el que contará con un compositor y buen amigo llamado José Ramón Julio Márquez Martínez: Ramoncín.
Coetáneos en el escenario rock de la capital, Rosendo y Ramón se conocían desde la década de los 70, donde coincidían en el local de ensayo Faico, de Embajadores, lugar que compartían con bandas como Cucharada, donde militaba Manolo Tena. Mientras Rosendo daba forma a “Loco por incordiar”, Ramoncín trabajaba en las canciones de “Como el fuego”, que editó ese mismo 1985 con EMI. Cuando Mercado le pidió que escribiese las letras de ‘Me gusta así’ y ‘Callejones’, aceptó encantado, y al recordar el contexto, rememora la fascinación que tenía entonces el exlíder de Leño por una banda que, a priori, no tenía nada que ver con él. Estaba entusiasmado con The Cars, aquellos que habían lanzado un año antes “Heartbeat City” (Elektra Records, 1984), el quinto disco de esta banda estadounidense de New Wave en el que incluyeron su famoso ‘Drive’.
Sorprende encontrarse semejante cruce de caminos, pero Ramoncín recuerda con nitidez al Rosendo que se fascinó con los teclados de The Cars: “Rosendo terminó Leño con mucho dolor en el corazón de los miembros y de los seguidores. En esa época, él no lo cuenta, lo cuento yo: estaba enamorado de un grupo que se llamaba The Cars. Hizo algo insólito: se cortó el pelo y se dejó aquella coletita detrás. Con eso él quería hacer su nueva imagen. Quería grabar con teclados, hacer otra cosa. Nosotros habíamos coincidido mucho en el mismo local de ensayos en el barrio, en Embajadores, coincidimos tocando… teníamos muy buena relación. Hablábamos mucho y él estaba enamorado de los Cars, solo hablaba de los Cars, a mí me parecía una cosa acojonante, estaba fascinado con el tema teclados”.
Las referencias que cita Ramoncín coincidieron con la grabación de “Loco por incordiar”, el debut que Rosendo grabó en Alemania con el productor Carlos Narea. Ramón se quedó en Madrid trabajando las letras de ‘Me gusta así’, un tema “muy Rosendo” en su opinión, y ‘Callejones’, que según Ramón es tal vez “El tema menos Rosendo de todos, pero me parece un tema precioso. Ellos se fueron a Colonia, yo me quedé con las pistas y con la idea, estábamos en contacto permanente. Yo me había comprado un pequeño aparatito mezclador que había sacado Sony, creo, y por teléfono se lo fui pasando, y las metió en su primer disco. Lo habíamos hablado antes, pero se tenían que ir y yo no lo había terminado, tenía que hacerlo. Había tiempo, primero iban a grabar las bases… siempre se canta lo último. Terminaron las dos canciones en Bochum, Colonia, luego fui a mezclar una cosa. Así es como se hicieron esos dos temas”.
La letra de ‘Callejones’ es un canto turbulento sobre un pasado que asfixia, una situación tensa (“En la calle todo es guerra”, escribe Ramoncín) y una necesidad de aferrarse a otra persona para salir adelante en medio de la crisis (“Me resisto a ser la presa, no me abandones”, “Vamos a estar vivos”).
Interesado por una banda de la New Wave, grabando en Alemania y con dos letras de Ramoncín: ese es el contexto en el que nació ‘Callejones’, una melodía y unos teclados quizá inesperados en el Rosendo de entonces. De aquel disco sobrevivieron especialmente ‘Agradecido’, ‘Pan de higo’ o el propio ‘Loco por incordiar’, pero los caminos de Rosendo y Ramoncín se cruzaron para siempre en las letras de ‘Me gusta así’ y ‘Callejones’. Bien pensado, un poético lugar que encaja muy bien con su lenguaje de barrio.
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