———————————————————————————–
«Dirty Boulevard» (Lou Reed, 1989)
———————————————————————————–
Una sección de: JAVIER MÁRQUEZ.
Es bien sabido el gusto de Lou Reed por dar cuerpo a álbumes con un fuerte carácter conceptual: Poe, Andy Warhol, las adicciones… Así que era cuestión de tiempo que le dedicase un disco a la ciudad de Nueva York. Éste llegó en 1989, y desde luego no fue en absoluto un canto a la divinidad de la Gran Manzana. New York, que así se tituló el álbum, era una dura crítica a la vida política, social o incluso religiosa de la ciudad.
En Rolling Stone situaron este disco entre los veinte mejores de la década de los ochenta, y entre sus catorce temas es indudable que uno de los más impactantes es este «Dirty Boulevard», un desolador retrato sobre la abismal diferencia entre pobres y ricos que se advierte en la cinematográfica ciudad.
———————————————————————————–
«El sucio Bulevar»
Pedro vive junto al Hotel Wilshire.
Mira a través de una ventana sin cristal,
las paredes están hechas de cartón, periódicos a sus pies.
Su padre lo golpea porque él está muy cansado para mendigar.
Tiene nueve hermanos y hermanas,
que han sido criados de rodillas.
Es difícil correr cuando una percha te golpea en los muslos.
Pedro sueña con crecer y matar al viejo,
aunque eso es poco probable, él se dirige hacia el bulevar.
Él va a terminar, en el sucio bulevar,
Él sale, del sucio bulevar,
Él va hacia el sucio Bulevar.
Esta habitación cuesta 2000 dólares mensuales,
¡Puedes creerlo, hombre, es verdad!
En algún lugar un propietario se mea de la risa.
Aquí nadie sueña con ser doctor o abogado o nada,
sus sueños son lograr traficar algo en el sucio bulevar.
Dame tu hambre, tu cansancio, tu pobreza… que me mearé en ellas.
Eso es lo que la Estatua de la Intolerancia dice,
«a tus hacinadas masas de pobres, apaleémoslas hasta que mueran,
vamos a terminar con ellas y tirarlos a todos en el sucio bulevar».
Llegando hasta el final, del sucio Bulevar,
en camino, hacia el sucio Bulevar,
él está descendiendo, hacia el sucio Bulevar,
en camino…
Afuera es una noche brillante.
Hay una ópera en el Lincoln Center.
Estrellas de cine llegan en sus limusinas.
Los reflectores iluminan hasta el horizonte de Manhattan,
pero la luces de las calles marginales están apagadas.
Un pequeño niño está de pie en túnel Lincoln,
vende rosas de plástico por un dólar.
El tráfico está atascado a la altura de la calle 39,
y las putas televisivas invitan a los policías a una mamada.
Y de regreso en el Wilshire, Pedro se sienta a soñar.
Encontró un libro sobre magia en un contenedor de basura.
Observa las imágenes, mantiene la mirada fija en el techo rajado…
«Al contar 3… – dice – … deseo desaparecer»
Y volar, volar bien lejos de este sucio bulevar,
quiero volar de este sucio bulevar,
quiero volar de este sucio bulevar…
quiero volar…
———————————————————————————–
VíDEO:
Directo de las Sessions At West 54th, el 31 de octubre de 1998:
