DISCOS
«Guitarras cortantes, temas infecciosos y directos, pero también, algo hasta ahora inexplorado por ellos, cortes más reflexivos»
Girl and Girl
Call a doctor
SUB POP / POPSTOCK!, 2024
Texto: XAVIER VALIÑO.
Si hay una banda de guitarras que haya venido sonando como un grupo vibrante en los tres últimos años, ellos son los australianos Girl and Girl. Tomando el testigo de grandes grupos —y de nombres complicados— australianos de los últimos tiempos como Eddy Current Suppression Ring o Rolling Blackout Coastal Fever. Girl and Girl podrían representar hoy lo que The Strokes fueron para el cambio de siglo, mejorando lo que sus paisanos Kiwi Jr. presagiaban hace un par de temporadas.
La repercusión del cuarteto de Queensland (Australia) va a cambiar con la edición de este Call a doctor (Llama a un médico), su primer álbum editado por el reputado sello de Seattle Sub Pop, después de varios singles desde enero de 2021. Hasta ahora el grupo liderado por Kay James —y que cuenta con su tía Liss a la batería, más Jayden Williams y Fraser Bell— había publicado anteriormente los epés A typical friday night (Sex, shame & mistery) (2021) y Divorce (2023), además de girar sin parar, incluyendo Europa, lo que les ha dado un rodaje que acaba por transmitirse en su debut.
Hay en él guitarras cortantes, temas infecciosos y directos, pero también, algo hasta ahora inexplorado por ellos, cortes más reflexivos, que se concentran sobre todo en la última parte de este primer trabajo. Los singles “Oh boy!” o “Mother” emparentan más con lo que ya se les conocía hasta ahora, mientras que el corte titular hace de puente entre ese tipo de canciones y las ansias de avanzar buscando nuevos caminos a menos revoluciones. Aquí vale la pena destacar “Suffocate” o “Comfortable friends”, pero deberían haber incluido al menos “Dance now”, sin duda su momento más contagioso hasta ahora de los que aparecían en sus singles y epés, y que hubiera servido para que llegase a más gente esa gema y reforzar la entidad global de este disco. Aun así, siguen conservando ese aura de los tocados por la inspiración y la rotundidad.
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