El segundo disco de versiones en menos de un año de Caballero Reynaldo –Luis González– se salda con exquisitas lecturas de Chicago, King Crimson, Split Enz, Beach Boys o Beatles. En esta entrevista, González cuenta en detalle su personal filosofía artística.
Texto: CARLOS PÉREZ DE ZIRIZA.
Tic Tac Toe es el título del nuevo álbum del conquense Luis González, el hombre al frente de Caballero Reynaldo. El proyecto que, desde su reducto en Utiel –donde rige los destinos del exquisito sello Hall of Fame– ha marcado los últimos trece años de su trayectoria musical. Este veterano de la escena rock estatal –formó parte de Demonios Tus Ojos, junto a Corcobado, y Mar Otra Vez a finales de los 80– defiende en su último disco su derecho a recrear sin prejuicios clásicos de la era rock firmados por Chicago, King Crimson, Split Enz, Beach Boys o Beatles, entre muchos otros. Lo ha hecho ayudado por la voz de Marieta Tamarit –de los valencianos Serpentina– y la guitarra del gallego Manoel Macià –ex componente de la banda de rock progresivo Galadriel–, en el que es ya su segundo disco de versiones en menos de un año, tras la publicación hace unos meses de Hispano Olivetti, integrado por temas del veterano Malcolm Scarpa. Huelga decir que el resultado es, como todo lo que toca, tan personal e intransferible como si fuera un álbum de temas creados para la ocasión.
¿Cómo surge la idea de hacer un disco de versiones tan dispares? ¿A qué obedece el criterio de selección?
Son así de dispares porque mis gustos son extremadamente dispares, disfruto por igual con Jordi Savall como con Sparks, por poner dos ejemplos supuestamente antagónicos, aunque en realidad no lo sean en absoluto. El único elemento común que hay para mí en los temas incluidos en Tic Tac Toe es la nostalgia. No son los temas que más me gustan de esos artistas ni muchos menos. Unos los escogí por su accesibilidad, otros por su maleabilidad, y otros simplemente porque me hacían gracia.
¿Te da pereza actualmente hacer un disco de composiciones propias?
Es que eso de “composiciones propias” es muy relativo. La mayoría de los músicos cree que hace temas propios cuando en realidad no están más que plagiando músicas que ya existen, simplemente les dan otros títulos (iguales o muy parecidos a otros muchos) y cantan letras similares a otras miles ya existentes, sin aportar nada nuevo ni personal. Yo en realidad hago lo mismo, pero sin enmascarar su procedencia y aportando un punto de vista personal y creativo. La mayoría de los temas que hay en Tic Tac Toe podrían pasar por míos sólo con cambiar unas cuantas notas de la melodía principal y recitando el listín telefónico en lugar de la letra original. Voy acumulando supuesto material propio poco a poco y supongo que cuando reúna 14 o 16 temas de esta guisa que me satisfagan los publicaré, pero no tengo ni prisa ni interés especial en ello, mis necesidades creativas están bien surtidas con estos discos de versiones que voy publicando.
¿Eres de los que creen que a la hora de hacer una versión siempre hay que aportar algo original –incluso subvertir la idea original– o crees que hay temas que conviene abordarlos con reverencia y dejarlos tal cual se hicieron?
Creo que ambas cosas son compatibles, se puede ser irrespetuoso con cualquier original y a la vez hacerlo con gracia, pero también se puede ser muy respetuoso con los originales y hacerlo sin gracia ninguna. Me gustan las versiones con punto de vista propio del intérprete más que los meros calcos, sí. Yo los trato con respeto y con cariño, sufriría re-creando un tema por el que no sienta algo bueno, pero al mismo tiempo los utilizo como simple materia prima para hacer discos de Reynaldo y me sirvo del nombre de los artistas originales como elemento publicitario.
En mi opinión, hay una cierta atmósfera atemporal y unitaria en todo el disco, como si hubieras querido dotar al conjunto del álbum de un cierto toque artesanal, con un swing salido como de otra época, pese a que los temas no necesariamente estén extraídos de la misma década. ¿Lo ves así? ¿Es algo premeditado?
Pues sí, es totalmente premeditado, y el que alguien lo entienda así es todo orgullo para mí. Mi intención es hacer discos de Reynaldo con sentido por sí mismos, y no una simple colección de versiones.
¿Es cierto que el trabajo del álbum se ha realizado de forma íntegra a través de Internet? ¿Cómo surge la idea de acompañarte de Manoel Macià y Marieta Tamarit?
Colaborar virtualmente es fantástico y ahora es muy sencillo. Empecé con un proyecto al que llamaba Orquestina Virtual, con siete u ocho músicos afines. Con Manoel y Marieta hubo más “feeling” de lo previsto en un principio y lo que iban a ser un par de temas con cada uno se fue extendiendo a un montón de ellos, de ahí a ver que había un disco completo con el material hecho entre los tres sólo hubo un suspiro. Ellos dos ni se conocen, a día de hoy siguen sin conocerse personalmente, ha sido un trío virtual en toda regla. Ambos admiran el trabajo que ha hecho el otro y los tres queremos que tenga continuidad. Todo el proceso ha sido como una especie de cuento de hadas.
¿Andas ya enfrascado en dos trabajos más de cara a este 2008? ¿Serán también de versiones?
Mi intención es publicar un disco cada 9 meses, en enero de 2007 publiqué Hispano Olivetti, con todo versiones de Malcolm Scarpa, en noviembre de 2007 este Tic Tac Toe, en septiembre de 2008 espero publicar uno de los tres proyectos de versiones que tengo en marcha, y supongo que los otros dos irán saliendo antes de que haga uno con canciones propias, si es que alguna vez vuelvo a hacerlo.
Por último, una pregunta ya tópica y que posiblemente te canse: ¿Cómo se mantiene uno más de una década al frente de un pequeño sello que opera desde Utiel, y más en estos tiempos de precariedad y miseria del mercado editor de discos? ¿Crees, por otra parte, que las nuevas tecnologías, internet en general y los Myspace en particular, están ayudando a suplir el trabajo de distribuidoras y disqueras?
No hay ningún misterio, soy mi propio jefe y el único sueldo que tengo que pagar es el mío. No es tan complicado sobrevivir con la música si sabes administrarte y si la única meta y ambición es vivir con la música. No me va mucho el rollo social del rock, con lo cual estar en Utiel me facilita ese aspecto una barbaridad. Con Hall Of Fame Records diversifico mucho mi trabajo, tengo una pequeña producción propia de 32 títulos (Malcolm Scarpa, Señor Mostaza, Pando, Tributos a Zappa, etc…), distribuyo material de importación selecto (discografía oficial de Zappa, rock argentino de los 70, Leo Masliah, Cardiacs, etc…) y también opero como empresa de servicios digitales gestionando la fabricación y producción para terceros, es decir, cuando se cierra un grifo se abre otro, suficiente para ir tirando. Respecto a todo lo de internet no creo que nadie sepa bien lo que está ocurriendo ni por dónde va a caminar el negocio. Supongo que todos nos vamos adaptando como podemos, a mí particularmente internet me va bien. Mi ilusión sería que algún día ser músico dejara de ser exótico, que la música dejara de ser un negocio porque de cada piedra saliera un disco estupendo y pagar por escucharlo fuera absurdo, eso llevaría después a que sólo se dedicaran a ello los que de verdad lo necesitan vitalmente, sin nada a cambio, ni siquiera el reconocimiento. La cantidad de producción musical descendería vertiginosa e irremediablemente y la calidad subiría espectacularmente.
Para escuchar la música de Caballero Reynaldo, puedes hacerlo desde su Myspace.
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