“No hay mejor amparo en una noche tan calurosa que un Bunbury mutado a los tiempos que corren. O a los que él considera”
Terminamos la semana especial dedicada a Enrique Bunbury haciéndonos eco del primer concierto de la gira “Mutaciones” en suelo español. Al directo, celebrado el viernes pasado en Barcelona en el Festival Cruïlla, acudió Jagoba Estébanez.
Bunbury
Festival Cruïlla. Parc del Fòrum, Barcelona
8 de julio de 2016
Texto y fotos: JAGOBA ESTÉBANEZ.
Barcelona. Es pleno verano y sopla un leve viento del sur que no consigue refrescar el ambiente. Son casi las diez de la noche y la calle arde a veintiséis grados con una humedad que supera el ochenta por ciento. Callan las gaviotas y cantan las cigarras, y junto al mar se celebra una nueva edición del ecléctico festival Cruïlla.
Me cruzo con treintañeros en camisetas chillonas de tirantes y gafas de sol con espejo, chicas en shorts y palos de selfie. Caminan en dirección opuesta al escenario donde tocará Bunbury, «gafapastas» en la Ciudad Condal que parecen no tener cabida en el show del maño.
Faltan dos minutos para el primer concierto de Bunbury en España dentro de la gira “Mutaciones”, y frente al escenario se genera un microcosmos donde no afeitarse no es cuestión de moda, sino de actitud. Los colores chillones se tornan oscuros y a poca gente se le ocurre hacer uso de la cámara frontal de sus teléfonos móviles. Se agolpaban fans desde los inicios de Héroes del Silencio, allá por los años ochenta, hasta seguidores acérrimos de la etapa de Bunbury en solitario. Música variopinta, pero todos al unísono. Me acuerdo de nuestro compañero Julio Valdeón que cubrió el concierto de Bunbury en Nueva York, cuando imaginaba al nieto preguntándole a su abuelo qué era el rock.
Con los primeros acordes de ‘Iberia sumergida’, a las diez en punto salía Enrique en muy buena forma al escenario. Lucía un tres piezas negro con motivos de dragones y forro rojo, pendientes, colgantes y pulseras doradas y gafas negras de aviador, acompañado del elegante micrófono con sus iniciales. Pocos tipos quedan tan elegantes y bien plantados encima de un escenario como Loquillo o el mismísimo Bunbury.
En este inicio de canción no teníamos a Enrique tocando la armónica como en la versión de estudio, pero la banda fue la encargada de trasladarnos hacia esa aura western digna del propio Morricone. No se me ocurre mejor manera de arrancar motores que con un hit de Héroes del Silencio ya haciendo alusión a la corrupción en España hace más de dos décadas. La gente clamaba “Amanecí con los puños enterrados / y la rabia insolente de mi juventud” bajo la luna creciente.
Como en el resto de la gira, en Barcelona le flanquean sus inseparables Santos Inocentes: Álvaro Suite a la guitarra, Jordi Mena a la segunda guitarra y al banjo, Robert Castellanos al bajo, Jorge Rebenaque a los teclados y acordeón, Ramón Gacías a la batería y Quino Béjar con la percusión.
Tras continuar con ‘El club de los imposibles’, saludó al público con un efusivo “Bona nit Barcelona. Treinta años de mutaciones, espero que estas canciones que hemos seleccionado sean de su agrado”. Y vaya si lo fueron.
En todo ese tiempo, el maño ha buceado por todos los géneros posibles: blues, tango, vals, boleros… Le ocurre aquello sobre lo que reflexionaba Quique González en el número 5 de Cuadernos Efe Eme: “Muchas veces el que cambia y no evoluciona es el oyente. El tío que hace canciones siempre está por delante, a no ser que sea un farsante”.
Además de los infinitos recursos que tiene, Bunbury es pura clase. Con sus movimientos perfectamente medidos en el escenario y posturas rockeras milimétricas nos recuerda a Marc Bolan o a cualquier dandy del glam rock.
En esta cálida noche, al rock star ya le sobra la chaqueta para dar paso a ‘Más alto que nosotros solo el cielo’.
El sonido cada vez es mejor. El grupo, ya veterano, suena perfecto y no da puntada sin hilo. Las buenas bandas se forjan en los grandes conciertos, y nadie puede poner en entredicho que los Santos Inocentes es una de ellas.
Con ‘El camino del exceso” el concierto llega a su apogeo. A media canción nos deleitan con un fabuloso «tapping» de guitarra y teclados hasta el apoteósico final. Siguiendo con los teclados a modo de blues, llega el turno de ‘Avalancha’, y jóvenes y más viejos estallamos en júbilo alargando el nombre de la canción hasta que nuestras cuerdas vocales lo permiten.
Un pedal wah wah introduce ‘Que tengas suertecita’, para continuar con canciones de su época en solitario, como la grabada junto a Nacho Vegas ‘Puta desagradecida’, y ‘El extranjero’. Rebenaque pasa al acordeón para contribuir en este himno a los apátridas, que junto con el inconfundible sonido del banjo disfrutamos de una gran canción compuesta al otro lado del charco. Un tema necesario para los tiempos que corren, que como bien vaticinó Luis García Montero en “Hombre de lunes con secreto”, “Vivir es ir doblando banderas”. Así se mostró el Bunbury emigrado: sin patria ni bandera.
Con un tango al acordeón se presentó ‘Desmejorado’, para seguir repasando temas del nuevo siglo como ‘Infinito’, ‘El hombre delgado que no flaqueará jamás’ y ‘Despierta’.
Llegaba el tramo final del concierto, y no podía ser de otra manera que rememorando dos de las mejores canciones de Héroes del Silencio, y Enrique tuvo que hacer uso de sus técnicas vocales más potentes. ‘Mar adentro’ sonó tan enérgica como siempre, con guitarras acústicas, y el éxtasis se apoderó del entorno con ‘Maldito duende’, cuando la gente levantaba los brazos acompañando la más que famosa frase “Te sientes tan fuerte/ que piensas que nadie te puede tocar”. Con una introducción funk, la banda se despidió por todo lo alto con ‘Lady Blue’, del álbum “Flamingos”.
No hay mejor amparo en una noche tan calurosa que un Bunbury mutado a los tiempos que corren. O los que él considera.
SETLIST
1. IBERIA SUMERGIDA
2. EL CLUB DE LOS IMPOSIBLES
3. MÁS ALTO QUE NOSOTROS SOLO EL CIELO
4. EL CAMINO DEL EXCESO
5. AVALANCHA
6. QUE TENGAS SUERTECITA
7. PUTA DESAGRADECIDA
8. EL EXTRANJERO
9. DESMEJORADO
10. INFINITO
11. EL HOMBRE DELGADO QUE NO FLAQUEARÁ JAMÁS
12. DESPIERTA
13. MAR ADENTRO
14. MALDITO DUENDE
15. LADY BLUE