«No creo en la actitud impostada y veo mucha de esa por los escenarios. Prefiero ser yo, el mismo tipo que sube al escenario es el mismo que te vas a encontrar abajo. Para mí ser rockero es intentar hacer buenas canciones, es lo único importante»
El murciano Manolo Breis, ahora afincado en Barcelona, con clama va dejando una impecable discografía de rock con sabor estadounidense pero en castellano que con «Asuntos pendientes» alcanza cinco discos oficiales. Miguel Tébar Almansa ha conversado con él.
Texto: MIGUEL TÉBAR ALMANSA.
Si sumases a los discos “oficiales” los que has distribuido gratuitamente online y aquellos que una vez grabados no pudiste editar, ¿cuántos hijos musicales llevas ya?
Éste sería mi quinto trabajo… pero si incluimos «Covers» entonces serían seis, aunque esta colección de demos la considero como una simple curiosidad entre mis grabaciones.
El avance digital de este último disco siempre lo recordaré como la última descarga que pude hacer desde Megaupload, ¿qué pensaste cuando se produjo el asalto del FBI a sus servidores?
También fue la última vez que yo compartí algo por Megaupload, que por cierto nos sirvió de gran ayuda a la grabación del propio disco. Fue una herramienta importante ya que permitía enviarnos archivos de manera ágil entre el productor y yo. A veces yo grababa algo en casa o le hacía algún retoque y viceversa. Pero, claro, este tipo de servicios también se utilizan para subir y descargar material con derechos de autor. Supongo que detrás de la actuación del FBI no solo está la defensa de esto último, habrá otras cosas que se me escapan e incluso a mayor escala. Otros servidores siguen operando, pero es cierto que desde aquel día la cosa ha cambiado un poquito. Aun así, no creo que esto sea la solución a la no venta de discos. Mejor sería si nos dedicáramos a hacer buenas canciones y ediciones que la gente pudiera apreciar en su justa medida.
Con la aparente buena escena musical murciana que se dice existe, ¿por qué emigrar a Cataluña?
El cambio Murcia-Barcelona no ha respondido a un motivo musical, sino personal y laboral. En Murcia se pueden hacer cosas importantes, pero el hecho es que, a la postre, el cambio me ha venido muy bien. He conocido gente diferente, otro ambiente y he empezado a trabajar con un equipo nuevo para el disco, y esto se nota pues aporta ciertos matices y puntos de vista diferentes a mi música. Creo que lo podrá apreciar aquel que siga mi trayectoria, al menos para mí así lo ha sido. Me siento muy orgulloso y realmente entusiasmado con este disco.
¿Cuáles son tus «asuntos pendientes»?
Cuando grabo un álbum, nunca lo hago obedeciendo a una idea o línea preconcebida que me lo dirija. Es el resultado de las canciones que haya compuesto durante una época y en este caso me di cuenta, a través de las canciones, que estaba realmente preocupado por la búsqueda de la tranquilidad, la paz, y las cosas pequeñas que me permiten respirar profundamente. Para llegar ahí debía quitarme de encima ciertos asuntos pendientes que no me dejaban avanzar en esa dirección, cosas que necesitaba finalizar no solamente como persona, sino también como músico. Hasta aquí llega un etapa de mi vida que necesito cerrar y volver a coger aire. No lo puedo hacer sin atender ciertos asuntos pendientes.
¿Quién es Miguel Zanón (alias Juan Zarppa) y qué supone él en tu carrera?
A Miguel lo conocí hace ya un par de años. Fui invitado a participar en el Festival Subterráneo en la sala Costello [Madrid] por La Produktiva Records. Yo estaba presentando «Siempre es mañana» y desde años atrás mantenía una relación estrecha y afectuosa con Nando Caballero [uno de los responsables del sello] el cual siempre mostró un gran interés por mis discos. Allí también participaba Juan Zarppa, nos conocimos, hicimos buenas migas y unos meses después estábamos compartiendo escenario en Murcia. La experiencia fue buena y de ahí pasamos a hacer sendos conciertos en Barcelona y Tarragona. Casualidades del destino, un par de meses después ya estaba viviendo yo en Barna, con un disco prácticamente acabado que pude mostrar al sello. Inmediatamente me ficharon y me plantearon la posibilidad de entrar a grabarlo con Zanón, como productor, en su estudio de Tarragona. Momento en el que empieza «Asuntos pendientes», en el que también ha ejercido de guitarrista, y como antes comentaba, ha dado nuevos colores a mi música. Pero siempre desde un enorme respeto a las canciones, tal como yo las tenía concebidas previamente en maqueta. Ha sido un gran descubrimiento para mí y un enorme placer poder trabajar a su lado.
En el último «Retrovisor» de EFE EME se puede intuir la trayectoria inversa y paralela de un cancionista nacional consagrado como es Quique González con la cada vez más maltrecha prensa especializada musical. ¿Qué te produce esta reflexión?
Es la globalidad y sus consecuencias. La especialización dicen que no tiene cabida en el mundo actual. A menudo tengo la sensación que solamente leemos la prensa musical especializada los músicos y poca gente mas. Entre mis amigos, practicamente ninguno conoce EFE EME, «Ruta 66», «Mondosonoro», pero todos conocen la «Rolling Stone» y «Gran Hermano». Supongo que la gente no tiene tiempo o ganas de investigar, se acercan a lo que hay, a lo que se les muestra de forma directa. Puede ser un déficit cultural estructural o simplemente que no les interesa, tienen suficiente con sus vidas. Quizá ya sea tarde para cambiar esto y haya que enfrentarse a la realidad, aceptar que lo que hacemos es algo minoritario y es ahí donde debemos centrar los esfuerzos. Olvidarnos de todo lo demás. Simplemente debemos respetar cada día mas nuestro trabajo y aquello que sabemos hacer.
Si Diego Vasallo visitara el terreno «americana» quizá sonaría a Breis y si miramos trayectorias como las suyas notamos relativamente el paso del tiempo, ¿cómo ves el futuro del rock en España en los próximos años?
Realmente me halagas con esa comparación. Tengo a Diego Vasallo en muy alta estima, su música me parece especialmente interesante y me gusta mucho. ¡España y el rock! Pero, ¿qué es el rock en España? Este es un tema muy recurrente en mis conversaciones, porque defiendo y sostengo que el rock no son guitarras eléctricas distorsionadas sino una forma de componer y transmitir. Algo que muchas veces me lleva a enfurecidas discuciones con gente que cataloga de rock a cualquier grupo pop que hace canciones pseudocañeras. Un par de ejemplos: lo último de Jakob Dylan o el «Ashes and fire» de Ryan Adams, discos acústicos que son totalmente rock. En España, supongo que este concepto irá madurando poco a poco y se valorará tal como se merece, o eso espero. Actualmente creo que no goza de toda la simpatía de público que otros géneros sí han conseguido. Pero hay excepciones como los ejemplos de Quique González, Tulsa, Lapido, etc.
La sensación que trasmites cuando se te conoce en persona es la contraria a la actitud. ¿Lo del eterno rockero hasta qué punto lo tienes integrado?
No creo en la actitud impostada y veo mucha de esa por los escenarios. Prefiero ser yo, el mismo tipo que sube al escenario es el mismo que te vas a encontrar abajo. No tengo ninguna necesidad de hacer creer a nadie lo que no soy. Yo no veo esa actitud entre los artistas que más me gustan, les basta con hacer temazos. Para mí ser rockero es intentar hacer buenas canciones, es lo único importante.
El retraso por ver editado este disco con La Produktiva Records tuvo su compensación con unas cuantas covers (Petty, Rouse, Springsteen, Wilco …), ¿a cuál de esos inspiradores no te perderás este año en concierto?
Pues tengo marcado en rojo el Primavera Sound, en el que disfrutaré otra vez de Wilco y tengo especial interés por ver a Laura Marling. Dentro de poquito me acercaré a ver a Los Deltonos aquí cerca, en el Rocksound. Ya veremos quién más se cruza por el camino.
¿Cuándo, dónde y en qué formato podremos disfrutar de Breis?
Pues estamos planteando comenzar con una serie de conciertos acústicos para presentar el disco y después pasar a hacer una gira eléctrica con la misma banda que ha grabado el disco. Queremos presentar en Barcelona, Murcia, Madrid, Bilbao, Valencia y allá dónde nos quieran escuchar, está claro. Creo que empezaremos a finales de marzo o principios de abril. También estoy preparando una serie de conciertos con versiones, continuación del disco que yo mismo descartaba al principio como tal, solo con acústica y armónica, muy al espirítu del folk-rock. A ver como termina todo esto y si llega a buen puerto, que siempre depende de la acogida del público. Pero las ganas están puestas.
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