DISCOS
«Una descarada y divertidísima sesión de música de palomitas»
La La Love You
Bonus
Subterfuge, 2020
Texto: CÉSAR PRIETO.
Cuando los chicos de La La Love You me mandaban sus primeras maquetas, cuando editaron su primer disco, no entendía porque no triunfaban a un nivel, si no masivo, sí de reconocimiento en el ámbito del pop más chispeante. Eran directos y adictivos, tenían punch, sus canciones poseían la ironía y el desparpajo adecuados y en su ejecución eran hipervitaminados. Fueron pasando los años y fueron editando discos en los que no se movían de su esquema ni iban más allá. Y de repente, en 2020, la explosión.
De golpe, publicación de canciones en plataformas que tenían millones de reproducciones, premios al mejor artista español, discos de oro… Ahora son masivos, pero es que son masivos sin tener disco físico de algunas canciones hasta que ha aparecido Bonus, que las recoge junto a las de su disco anterior y añade algunos extras. Bonus, al fin y al cabo. Lo que yo pensé cuando me enviaban las primeras maquetas ha sucedido. Han tardado años.
Bueno, fue culpa de Amaia, la concursante de mejor gusto y más criterio de OT, que desde que empezó el concurso los escuchaba. De inmediato, la gente entró a cotillear y quedó atrapada, como las moscas en un panal de rica miel. Justicia poética se llama, que un grupo que nació en el instituto triunfe abordando canciones que tienen como ambientación el instituto, pero el instituto como un ideal, con animadoras guapas y empollones que acaban triunfando, como el mundo perfecto donde suenan canciones energéticas y sentimentales.
Canciones que son sus referentes, cualquier melodía ensoñadora o cualquier big bang de ritmo puede servir para pasarla por la trituradora. Un aire a los Beach Boys aquí, el incio del “Daydream believer” en “Poco a poco”, juegos electrónicos a lo Sigue Sigue Sputnik en “Irene”, el espíritu «es solo pop, pero me gusta» que aparece descarnado en “Pócima del amor”: cánticos de animadoras, coros high school, girls groups…
El estilo, de ripio obligado y chispeante, no es más que un afluir al mismo cauce en que estuvieron los Vegetales, La Casa Azul —en “Inevitable” —, hasta Hombres G —en “El hombre perfecto” y “Dime por qué”—, y donde continúa estando Airbag. Desde el punk-pop de manual, hasta el baile más desmesurado —en ese single explosivo que es “El fin del mundo” —, prepárense a una descarada y divertidísima sesión de música de palomitas.
–
Anterior crítica de discos: Drunk tank pink, de Shame.
