Desde hace tres años, Björk tiene unos nódulos en sus cuerdas vocales. Cuando los médicos le diagnosticaron los tumores, se negó a extirparlos por miedo a que su voz quedase dañada. En este tiempo, ha estado realizando pequeños ejercicios de estiramiento para mantener en condiciones sus cuerdas vocales.
“Cuando descubrí que tenía nódulos en mi voz, no sabía si volvería a cantar de nuevo, al menos, no como antes”, explica Björk. “No quise someterme a una operación, por lo que he vi a todos estos expertos y comencé este proceso, ejercicios que extienden poco a poco las cuerdas vocales”. Se desconoce si estos ejercicios han surtido efecto o si Björk, finalmente, tendrá que pasar por el quirófano.
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