Billy Bragg también ha querido aportar su opinión en la polémica por las escasas retribuciones a los músicos por parte de Spotify y otros servicios de streaming. El músico británico dice que no hay que culpar a Spotify, sino a las discográficas.
“El problema con el modelo de negocio del streaming es que la mayoría de los artistas todavía tienen contratos de la era analógica, cuando las discográficas hacían todo el trabajo pesado de la producción física y la distribución, por lo que solo se paga de promedio a los artistas 8% / 15% de regalías.
Esos porcentajes, mantenidos en la era digital, explican por qué los artistas están recibiendo las cantidades ínfimas de Spotify. Si los precios fueran realmente tan malos, los titulares de derechos –las principales compañías discográficas– se quejarían. El hecho de que continúen firmando contratos significa que deben estar haciendo un buen dinero”.
Finalmente añade que los músicos en el Reino Unido deberían seguir el ejemplo de los suecos y “tomar medidas para obtener los porcentajes de regalías que reflejen mejor los costes involucrados en la producción y distribución digital”.