“Me cansé de empezar de cero cada vez que terminaba un grupo. Ahora no tengo que dar explicaciones sobre lo que hago o dejo de hacer. Si me apetece hacer una canción rock la hago, y si quiero ser el mas moña del mundo, también. No pasa nada, es música. Pero eso, hay gente que no lo entiende»
El valenciano Albert Ortega, bajo el nombre de Bertomeu, ofrece en descarga gratuita su nuevo álbum, “Historias de un bandautor y bla, bla, bla, bla”, una nueva ración de jovial rumba rock.
Texto: EDUARDO GUILLOT.
Es todo un veterano de la escena valenciana, aunque el reconocimiento masivo le haya sido esquivo hasta ahora. Tras varias experiencias en grupo, Albert Ortega decidió hace unos años poner en marcha Bertomeu, un proyecto personal que define, incluso en el título de su nuevo trabajo, con la denominación de bandautor. “Compongo como un cantautor y me gusta tener una banda en el escenario y en el estudio”, aclara. “No es más que una definición que me hizo gracia, ya que todos preguntan siempre lo que haces, y si contesto cantautor no es cierto, pero si digo banda tampoco”.
Más allá de la etiqueta que se utilice para su catalogación, está claro que Bertomeu surge tras agotar la fórmula grupal, que vivió con Ampelt, Vinojuan y Noir. “Me cansé de empezar de cero cada vez que terminaba un ciclo. Ahora no tengo que dar explicaciones sobre lo que hago o dejo de hacer. Si me apetece hacer una canción rock la hago, y si quiero ser el mas moña del mundo, también. No pasa nada, es música. Pero eso, hay gente que no lo entiende. De todas maneras, siempre me gusta rodearme de músicos y escuchar su opinión acerca de lo que hago, ya que para mí es muy importante tener una visión desde fuera”.
Su nuevo trabajo, “Historias de un bandautor y bla, bla, bla, bla”, se puede obtener en su web en descarga gratuita. “Igualmente se lo baja la gente, y como terminé con mi anterior sello y siempre he estado atado con algún contrato editorial discográfico o de management, me apetecía cambiar las formas, ahora quiero probar y hacer las cosas a mi manera. Si después aparece alguna propuesta, la escucharé, y si es buena, siempre estaré dispuesto a aceptarla”.
Sus discos anteriores habían aparecido en Ibervox, subsello de Locomotive. “No trabajaba con una compañía, sino con una persona: Manolo Rock. Cuando apareció mi anterior LP, ‘Para tu calma’, él ya no estaba en Ibevox y se portaron fatal, me dejaron a medias con la promoción, intentaron cobrarme discos que yo no tenía y otras cosas que ya no importan. Creo que ahora venden camisetas. Es lícito, cada uno que haga lo que quiera, pero que no jodan a la gente que intentamos trabajar cada día”.
En aquella etapa llegó, incluso, a grabar un single con Lichis (La Cabra Mecánica), en un intento por dar el salto a audiencias más amplias. “Fue más sencillo que eso. La compañía me preguntó con quién me apetecía hacer una versión de ‘Dos mitades’. Yo siempre he admirado a Lichis, le mandamos el tema, le gustó, dijo que sí y grabamos. Claro está que La Cabra Mecánica es conocida y Bertomeu no, y eso siempre es bueno para que te escuchen”.
En el nuevo álbum también hay una colaboración. En este caso, con Quini (Benito Kamelas), que canta en ‘La esperanza’. “Le conozco hace muchos años. De hecho, antes de que montara el grupo teníamos un proyecto común. Siempre nos hemos llevado bien. Se lo comenté, vino al estudio, hablamos de los viejos tiempos, nos reímos y grabamos”.
Desde que puso en marcha Bertomeu, Albert Ortega ha dado rienda suelta a un estilo musical que, simplificando, se podría tildar de rumba rock, y que siempre ha tenido en Los Rodríguez a su mejor representante. “Hago canciones y me apetece utilizar ese registro, no tiene nada que ver con Los Rodríguez”, argumenta. “A mí me interesan las canciones y las melodías. Igual el próximo disco lo grabo sólo con una acústica, no lo sé, pero creo que tenía composiciones que debían vestirse de esta manera. Lo próximo, ya veremos”, concluye. Y lo cierto es que sería injusto limitar el contenido de “Historias de un bandautor y bla, bla, bla, bla” a sus conexiones con la órbita sonora de Andrés Calamaro (que las tiene). Sobre todo, porque ‘De ti nada’ remite a Girasoules, ‘Palo malo palo bueno’ contiene una guitarra que no desmerecería en un disco de Fito Cabrales, y ‘Cositas buenas’ podría contemplarse como un cruce entre Piratas y Danza Invisible. Variedad, dentro de unos parámetros determinados, en un disco en el que Ortega exprime su faceta de compositor e intérprete, aunque también cultiva las de productor y arreglista. «He producido discos de Rafa Xambó o de Batà, y algunas canciones sueltas para Miquel Gil. No creo que sea muy distinto el trabajo de producción al de músico; de hecho, están totalmente ligados. Lo de ejercer de técnico es otra cosa, voy aprendiendo poco a poco y cada vez van sonando mejor las mezclas. De todas formas, una mezcla que a uno le encanta, a otro la parece un desastre. Para gustos, colores”, sentencia. Y aunque no sean buenos tiempos para la música, sus letras destilan alegría y optimismo. “Estoy cansado de que la gente se queje continuamente por cosas que no se pueden controlar. Yo ya me cansé de quejarme, prefiero la acción positiva, creo en las sonrisas y las buenas formas. Lo demás no me interesa”.
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Desde aquí puedes acceder al Myspace de Bertomeu.
