LIBROS
“Poemas que ayudan a penetrar algo más en el pensamiento del creador, a ampliar la mirada sobre su obra”
Xoel López
“Bailarás cometas bajo el mar”
ESPASA
Texto: JUAN PUCHADES.
Recibo un par de comentarios similares: “Esto de que los músicos publiquen libros de poesía ya parece una moda”. Ciertamente, desde los últimos dos o tres años proliferan este tipo de volúmenes firmados por creadores nacionales. Pero, más allá de que la minúscula industria editorial busca constantemente nichos de mercado y este parece ser uno de los más recientes, dando la impresión de “tendencia”, en principio no hay nada que objetar.
El compositor de canciones, el que escribe letra y música, es frecuente que busque vías de expresión en el papel que nacen como forma de hacer mano o de buscar versos para posibles canciones y, puede suceder, nunca acaben en ellas, pero sí en forma de poemas y al final de libros. Libros que, por otro lado, no parece que busquen dirigirse al lector habitual de poesía sino, más bien, ofrecer a los seguidores del propio autor materiales alternativos con los que ampliar la visión de su obra. Y a lo largo y ancho del pop tenemos ejemplos de músicos que de forma ocasional o recurrente han escrito poesía o narrativa, o pintan o, incluso, se han atrevido con el cine: Dylan (narrativa, pintura, escultura), Patti Smith (poesía, prosa), Cohen (poesía, narrativa), Reed (fotografía), Elliott Murphy (narrativa), Nick Cave (narrativa), Sabina (poesía, pintura), Víctor Manuel (poesía), Ramoncín (poesía), Rodrigo García (poesía, prosa), Sabino Méndez (narrativa, ensayo, periodismo), Fito Páez (cine, narrativa)… Así que no hay nada extraño en ello. Otra cosa sería si el resultado de la obra paralela pareciera forzada por la necesidad de, en este caso, publicar poesía sí o sí.
No parece el caso de “Bailarás cometas bajo el mar” (bonito título), segundo libro de Xoel López tras “El asaltante de estaciones” (Chelsea Ed, 2013), en el que recogía textos en prosa (de todo tipo) dispersos aquí y allá y escritos a lo largo del tiempo. Los poemas aquí agrupados nacen también a lo largo de un periodo dilatado de años, no están escritos en los últimos meses con la intención de conformar un libro con el que cumplir un contrato. Tal vez, como titula uno de ellos, obedezcan a dar forma a ‘Un poema cada noche’ (“Un poema antes de dormir, / para ponerle alas, para hacerlo canción”, escribe), quizá como ejercicio, o como necesidad (“Un poema que me lleve lejos, que me sacuda el alma, que me golpee”).
El Xoel López que se deja ver en este poemario practica el verso libre y muestra tanto su intimidad como deja caer reflexiones sobre la vida (también de la muerte), en ocasiones en poemas cercanos al aforismo, con cierto velo de nostalgia algunos, otros con un leve poso irónico, también los hay amorosos. El lector que sepa de sus andanzas, reconocerá en ellos viajes, idas y venidas, inquietudes, dudas (cuidémonos de aquel que no dude), intuirá fascinaciones personales, detalles de la existencia del cantautor, pero, esencialmente, sinceridad a raudales. Poemas que ayudan a penetrar algo más en el pensamiento del creador, a ampliar la mirada sobre su obra, a comprenderlo un poco mejor, como un complemento necesario de la discografía.
Finalicemos con unos versos que, probablemente, sirvan para explicar el sentido de “Bailarás cometas bajo el mar” y la expresión poética de López:
“Qué importa
si es poesía
o es canción.
Tal vez es solo
un polizón
muriendo en el intento.”
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Anterior crítica de libros: “Dog Café”, de Rosa Moncayo Cazorla.