Como se esperaba, la Comisión Europea ha autorizado la compra de EMI por parte de Universal, pero con la obligación de desprenderse de parte de los activos, como los sellos Parlophone, Mute, Chrysalis, EMI Classics o la sucursal española.
Universal conservará el catálogo de los Beatles, pero pierde a Pink Floyd, David Bowie, Kraftwerk, Kate Bush, Jethro Tull, Blur o Coldplay, una de las bandas más vendedoras del momento. La comisión impone la venta de las sucursales de EMI en diez países, entre ellos España, donde edita a Pablo Alborán, Luz Casal, Bebe y las discografías de Héroes del Silencio y El Último de la Fila, además del fondo de Hispavox. Universal también debe renunciar a fondos propios, como Sanctuary, Jazzland y Co-Op.
Según Joaquín Almunia, comisario europeo de la Competencia: “La competencia en el negocio de la música es crucial para preservar las posibilidades de elección, la diversidad cultural y la innovación. En esta investigación, hemos prestado especial atención a la innovación digital, que está cambiando la forma en que la gente escucha música. Los compromisos muy significativos propuestos por Universal asegurará que la competencia en la industria de la música se conserve y que los consumidores europeos siguan disfrutando de todos sus beneficios”.
