“He alcanzado los picos de máxima dulzura de toda mi carrera. Hay canciones muy dulces, pero también hay otras muy fuertes, más duras, a las que no había llegado nunca”
El músico gallego estrena nuevo disco, Paramales, y etapa. Ha vuelto a Madrid, después de unos años viviendo en Argentina y una temporada entre España y Latinoamérica. Justo en esta ciudad ha grabado un segundo trabajo tan difícil de definir como atractivo de escuchar.
Texto: MARÍA MARTÍN-CONSUEGRA.
Aunque “Paramales” es una palabra inventada, que no significa nada, en el segundo trabajo de Xoel López en solitario cobra todo el sentido del mundo. El gallego regresa con un disco esponja que ha ido absorbiendo la esencia de los lugares en los que se ha ido creando. Las canciones de este trabajo transcurren entre América Latina (Argentina y Colombia sobre todo), La Coruña, ciudad natal de Xoel y Madrid, ese hogar de adopción al que el músico (como muchos otros) profesa amor-odio. Ángel Luján, en Estudios Reno, se ha encargado de dar empaque a este híbrido de canciones de difícil etiqueta pero de agradecida escucha.
Es un trabajo de extremos en todos los sentidos. No sólo por las atmósferas sonoras, en las que conviven sintetizadores y guitarras eléctricas con elementos folclóricos, también por la cosmología de las letras. “He alcanzado los picos de máxima dulzura de toda mi carrera. Hay canciones muy dulces, pero también hay otras muy fuertes, más duras, a las que no había llegado nunca”, aseguró Xoel López en la escucha del disco para medios de comunicación que se desarrolló el pasado miércoles en los Estudios Reno. Durante la velada se mostraron nueve de los trece temas que componen “Paramales”, para escuchar el resto habrá que esperar hasta el 26 de mayo, fecha en la que se publicará el trabajo.
Las costumbres, expresiones y sonidos latinoamericanos cobran especial relevancia en canciones como ‘Sol de agua’. A través de este dicho típico de Bogotá, el músico muestra el panorama de nubes y falsos claros que presenta la situación sociopolítica de España. En los mismos términos geográficos se presenta ‘Caracoles’. El tema, “el más luminoso de toda mi carrera”, explicó Xoel, nació en un viaje a la capital colombiana y describe minuciosamente las partes del cuerpo de una mujer. Con aires casi flamencos a lo Lole y Manuel, como se apuntó en la escucha, la introducción de ‘La casa hace ruido cuando te vas’ es sin duda una de las delicatessen escondidas del disco. El tema ha sido compuesto por Lola García Garrido y es interpretado a dos voces por la propia autora y Xoel. No escatima en alusiones a elementos folclóricos hispanoargentinos, como expresiones típicas argentinas o sonidos de castañuelas de orquesta. Los aires de “Atlántico”, el anterior disco de Xoel, también se manifiestan en ‘Patagonia’, la canción que abre este segundo trabajo y que sintetiza el viaje personal y sonoro que han significado estas nuevas composiciones. “Esta canción es como una despedida del anterior trabajo. Y también una despedida de Buenos Aires y un regreso a Madrid, creo que representa muy bien esas ideas”.
Pero si hay algo que diferencia la nueva propuesta de Xoel de la anterior, publicada a finales de 2012, es la apuesta por los sonidos más rock. Muestra de ello son los aires Queen que se desprenden de las guitarras que cierran ‘Todo lo que merezcas’. La canción es “el tema más oscuro y crudo que he compuesto hasta ahora, pero no tiene un receptor en concreto” aseguró Xoel. En “Paramales” también se ha jugando con los sonidos más soul que en ‘Almas del Norte’ cobran sus cotas más altas. Esta canción “nostálgica”, rebosante de alusiones y juegos de palabras, intenta recuperar el espíritu de las noches en las que se bailaba hasta el amanecer. Para hacerlo se han usado recursos como coros a lo Motown o una producción en la que la mezcla ha jugado un papel muy importante. “Se ha hecho como se mezclaban los temas soul de la época. Hay mucha desorganización buscada. Hay panderetas que están fuera de plano o baterías que solo salen por un lado”, detalló Ángel Luján. El resultado es una auténtica oda a la juventud mod de Xoel.
Algo de nostalgia recoge también la bailable ‘Yo solo quería que me llevaras a bailar’. En palabras del propio autor, “rescata el espíritu del Xoel de 2001 pero en castellano. Es algo que me quedé con ganas de hacer y ahora me he atrevido”. La canción, que carece de estribillo, vuelve a ahondar en la faceta más juglaresca del músico gallego. Una vertiente que le viene de familia. El violinista ciego Florenciano López Fernández, tío abuelo de Xoel, fue conocido como el último trovador de la escena folclórica de Lugo. Quizás de ahí procedan también los aires de “folck afrogaláico” que se desprenden de ‘A serea eo mariñeiro’ (‘La sirena y el marinero’). El tema, cantado en gallego, es uno de los más curiosos y cautivadores del disco. No solo por la ausencia de guitarras que conduzcan la canción, también por la distorsión que se ha aplicado a las bases y a la propia voz. Un recurso más propio de artistas como Beyoncé o Nelly Furtado, como apuntaron Xoel López y Ángel Luján.
Aunque una vez más Xoel ha vuelto a recurrir a la filosofía del “yo me lo guiso, yo me lo como”, “Paramales” también es un disco de colaboraciones. Nacho Mastretta aporta su acordeón en ‘Antídoto’. El tema, casi una rumba tocada con un bajo muy punky, es una de las que más se modificó durante el proceso de grabación. El resultado final, en el que también hace su pequeña aportación Jairo Zabala (Depedro), poco o nada tiene que ver con la maqueta inicial.
El disco también ha contado con la colaboración de Andrés Litwin (Depedro), David «El Indio» (Vetusta Morla), Fernando Lamas y Roberto Lozano (Deluxe, Coronas, Corizonas) en la grabación de las baterías. También participaron Lola García Garrido, Miguel (Maga, De La Cruz) o Iván «Chapo» (Deluxe, Mclan, Amaral). En directo Xoel se rodeará también de los mejores. Contará con Charly Bautista, Miguel (Maga), Lola García, Chapo y Andrés Litwin. La presentación oficial será el 4 de junio en la sala Joy Eslava de Madrid.