Los medios británicos son especialistas en “la criminalización de los famosos más revoltosos, especialmente si tienen origen lumpen”, para luego beatificarlos. Diego A. Marique le dedica el último artículo de su blog de “El País” a uno de esos revoltosos: Shaun Ryder, líder de Happy Mondays.
Los Happy Mondays fueron los protagonista de “titulares truculentos, con uno o más de los siguientes elementos: armas, drogas duras, violencia, sexo, accidentes, derroches, las hijas del cantautor Donovan… Sin muchas sutilezas, el subtexto de los tabloides sugería que aquello era el resultado inevitable de la aberración social que suponía derramar dinero sobre unos vagos de Manchester, más delincuentes que artistas”.
Pero Ryder, que confiesa era un analfabeto funcional cuando entró en la música, “fue lo bastante listo para entender que era mejor aliarse con los tabloides de Rupert Murdoch que con la prensa musical. Los papeles musicales te elevan y luego te derriban”, y supo sacarles provecho.
Mientras parte de los miembros de Happy Mondays han acabado cobrando el subsidio de desempleo, Ryder ha creado “Showbiz Shaun, un personaje que le permite vivir cómodamente, hasta la siguiente gira de los Happy Mondays”.
En este enlace puedes leer entero el artículo de Diego A. Manrique “Ascenso y desplome de los brutos de Manchester”.