CINE
“Un filme entretenidísimo, con mucha acción y emoción, impresionantes efectos especiales lanzados al espectador de manera continua y con los maniqueísmos del cine más comercial”
“Animales fantásticos y dónde encontrarlos”
David Yates, 2016
Texto: ELISA HERNÁNDEZ.
“Animales fantásticos y dónde encontrarlos” es un nuevo intento hollywoodiense de capitalizar y rentabilizar al máximo (es decir, continuar exprimiendo) el enorme fenómeno socio-cultural que es la saga Harry Potter. Ambientada en el mismo universo pero unas cuantas décadas antes, y con una relación fundamentalmente histórica con la heptalogía original, la película cuenta las aventuras de Newt Scamander (Eddie Redmayne), el autor de uno de los libros de texto que los estudiantes de Hogwarts utilizarán en el futuro, y que además se publicó en el mundo muggle en 2001 en conexión con una campaña benéfica.
Como cabía esperar con una inversión y punto de partida como este, el filme se construye ya como la base sobre la que crear una enorme franquicia, estableciendo referencias y señales para futuras tramas y acontecimientos que sin duda veremos en próximos capítulos. A pesar de que todo esto es lo suficientemente obvio como para que a uno le pique el bolsillo mientras ve la película, lo cierto es que se ha llevado a cabo con más ingenio y menos descaro que otras presentaciones de franquicias similares que hemos podido ver recientemente (al plano e innecesario personaje de Wonder Woman en el “Batman vs. Superman” de Zack Snyder me remito).
“Animales fantásticos y dónde encontrarlos” marca además el debut como guionista de la propia J.K. Rowling, en una producción que se enlaza perfectamente con sus textos como novelista, combinando el optimismo y el espíritu alegre del inicio de la saga original con lo oscuro y sombrío de algunas de las tramas y escenas de sucesivas entregas, respetando también el mensaje subyacente de solidaridad y esperanza que, en cierta manera, siempre tuvieron las aventuras de Harry Potter.
Se trata, en cualquier caso, de un filme entretenidísimo, con mucha acción y emoción, impresionantes efectos especiales lanzados al espectador de manera continua y con los maniqueísmos del cine más comercial (¡qué retorcidos son los malos, pero qué majos son los buenos!), es decir, todo lo que necesita una película para ser un éxito de taquilla, además de devolvernos al mundo mágico que tantas alegrías nos ha dado a muchos lo largo de los años. Si se entiende el cine como un mecanismo social para el escapismo y para sentir, al menos durante dos horas, que no hay problemas y que todo va a salir siempre bien, “Animales fantásticos y dónde encontrarlos” es el ejemplo perfecto de lo que ha de ser una película. Ahora, si se cree lo contrario…
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Anterior crítica de cine: “Amor y amistad”, de Whit Stillman.