Andrés Calamaro envía a los medios especializados a tomar por culo

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“Se van a tomar por culo, sigan lamiendo las botas de cualquiera que cante en inglés, como siempre hicieron, por lo visto es lo único que saben hacer”

Andrés Calamaro está usando la nube musical Soundcloud para subir grabaciones diversas: ya son más de quinientas las que almacena, aunque, como cuenta en esta entrevista, no le parece que se esté valorando su esfuerzo.

 

 

Texto: JUAN PUCHADES.

 

 

Hace un par de días, Andrés Calamaro, desde Twitter, reclamaba la atención de algunos medios anunciado que tiene nuevo disco y linkando a su cuenta de Soundcloud. A EFE EME nos envió un mail con el mismo mensaje. Deduje que, en realidad, lo que pretendía era que nos fijáramos en las grabaciones que, desde hace meses, sube a la nube musical Soundcloud y que si no me he perdido nada, se han dividido principalmente en tres bloques: grabaciones personales (directos, experimentación, descartes, todas ellas de distintas épocas), versiones de clásicos (principalmente del rock y tocadas por él ejerciendo de multiinstrumentista) y, en estos momentos, remezclas muy personales de temas ajenos (ayer mismo estaba fusionando a los Beatles con los Stones; lo que nos da una idea del tipo de mezclas) que él define como sus «mash up». Materiales que alcanzan la friolera de más de quinientas canciones y que Andrés mismo se encarga de difundir desde Twitter. Así que me puse en contacto con él y le envié por mail unas preguntas, a las que respondió con rapidez y la habitual cordialidad, aunque no sin la mordacidad suficiente para enviarnos a los medios especializados a tomar por culo. Creí oportuno repreguntarle y este es el resultado de una entrevista con la que Calamaro pretende, esencialmente, que escuchemos la música que ha ido subiendo a su nube.

Estás mezclando música de otros artistas, ¿cómo surgen estas remezclas, cómo les das forma? ¿Son un divertimento?
Aparentemente, no hago esto ni por vanidad ni por dinero; ¡sobran los motivos! Últimamente, elijo un tema, dentro de lo que existe para usar, digámoslo así… En YouTube hay disponibles pistas aisladas de The Beatles, pues busco a Paul y Ringo tocando ‘All you need is love’ y hago un loop con un fragmento, o dos o tres… Después busco una pista vocal, si existe, y repito la operación. Y así armo una nueva versión del clásico superbeatle. Una grabación molecular. Como la espuma de tortilla de patatas de El Bulli, pero con ‘All you need is love’. Entonces le sumo un elemento extraño, un virus que extralimite la armonía, o el ímpetu, o el espíritu heroico. Vientos de bebop o iconos del rap hip hop… Y lo hago en vivo, apenas corrigiendo, «pinchando» como si estuviera cantando yo. Es notable lo que suman los héroes del rap en carisma y gloria. Puedo hacerlo, sumando AC/DC o Mötorhead, a loops de música tropical. También tengo obras más climaticas, abstractas… y otras orientadas al «american poetry» de Burroughs, Kerouak, Allen Ginsberg, textos de Bukowsky, Henry Miller, etc.

¿No temes que esas grabaciones «intimiden» un poco a tus seguidores que esperan canciones tuyas directas y diáfanas?
¡Ojalá! Hay que decantar el público como se decanta el vino, supongo que el público también hace lo mismo con la música y los intérpretes; todos lo hacemos, quiero decir.

Por otro lado, ¿con la mucha música original que hay por escuchar, qué crees que aportan tus remezclas? ¿No sería mejor que nos aproximáramos a los temas originales «sin tocar»?
No sé cuánto queda de las canciones originales. Aunque lo sepamos, corresponde decirlo. Pero la armonía y el ritmo están reformulados, y es gran parte del encanto. Además hago mis «mash up» en canales de audio, con la mecánica de los grabadores a cinta, sin sincronías. No descuido mis canciones originales. El año pasado, el 2012, escribí muchas canciones próximas, pero llegado un punto quise dejar de escribir y volcarme en lo instrumental, en el blues y en la jam conmigo mismo. Después fui de viaje a España y me armé un estudio similar al de Buenos Aires y empecé a experimentar más y más profundo. Hace diez años, usaba estos mismos artefactos, y de idéntica marca. Pero tenían mucha menos capacidad; incluso me hice entonces con un archivo de «back up» que pudiera ser usado cuando los samplers fueran más potentes, una cápsula en el tiempo; los archivos (cedés) resistieron y pude usarlos en algunas de estas grabaciones actuales.

¿Estas mezclas a ti, como creador, qué te aportan?
Creo que estoy logrando resultados valiosos, a mí me consta, puedo esperar a que el tiempo lo confirme. Mientras tanto, tengo feroz demanda de conciertos y canciones. Me divierto y me va a costar terminar estas vacaciones (aquí es verano y estoy en la serranía mediterránea argentina) y volver al currelo arduo.

A tus seguidores de pensamiento cartesiano, que necesitamos ordenar y clasificar para entender y abordar, ¿cómo nos sugieres que clasifiquemos todo este material de Soundcloud: alternativo a la discografía oficial, parte de la misma, un repertorio B, el taller del creador abierto al público…?
La realidad pedía a gritos algo además de los «discos», que, dicho sea de paso, están dejando de ser «redondos y chatos», que es la definición enciclopédica de un disco. En soundcloud.com/a-k-25 hay mucho y variopinto: al principio también recopilaba grabaciones en directo, inéditos, o caras B. Últimamente, estoy subiendo en «real time». Casi como un concierto en vivo. ¡Ya pasé la barrera de las quinientas grabaciones!

Creo que en estos momentos estás sin contrato discográfico, pero hace unos meses estuviste escribiendo canciones para un próximo álbum, ¿tienes planes de grabar un disco próximamente?
Terminamos, ya no el contrato, si no una prórroga amistosa del contrato que hace veinte años cumplimos con Dro; pero seguimos compartiendo un catálogo en plena vigencia. ¡Espero que no se olviden de que esos discos existen! Además somos amigos, y estamos en una exquisita situación estratégica en los territorios de América Latina, y una buena perspectiva para trabajar en el Norte. La crisis financiera, no es una crisis espiritual, y en los territorios conocidos como España se valora muchísimo lo que hicimos en estos veinte años. Espero que mi estimada Warner no olvide generar oportunidades para nuestro fabuloso catálogo en común. Sí, este año tendría que grabar un disco, aunque el objeto redondo y plano (el disco olímpico) ya es minoría, y la mayoría de la música recorre las autopistas digitales. En realidad lo hago porque tengo muy buen repertorio, y sé que puede gustar mucho, las canciones lo merecen. También entiendo que puede servir a un buen paquete que haga de una gira un buen conjunto de cosas.

A veces, leyendo tus tuits, hay algo de contradicción: en ocasiones defiendes el disco, tal y como lo conocimos, y en otras comentas que ya no existen y parece que estés por la difusión de la música desde internet. ¿Cuál es tu relación con «ese oscuro objeto del deseo» llamado disco?
Ocurre que leo a muchachos, casi niños, que me piden amablemente un «disco», mientras quinientos «tracks» sonríen desde el Soundcloud, y me parece infantil, absurdo, porque… No encuentro la diferencia tal y como veo el calendario y la realidad en cuestión. La inmensa mayoría de la música circula en internet que no es, solo, un nuevo concepto de tienda de discos, es un concepto de ciudad universal… Pero más me repugna la indiferencia de la crítica musical. Las publicaciones especializadas de mi país, de mis dos países… que son más de dos, no dedicaron ni un párrafo en sus números anuarios. Se van a tomar por culo, sigan lamiendo las botas de cualquiera que cante en inglés, como siempre hicieron, por lo visto es lo único que saben hacer: tratar como amigos a los locales y sorber de los anos a los que llegan de países lejanos.

Andrés, los tiempos de la prensa son los que son, y manejar quinientas canciones de un solo artista, parece un tanto excesivo. Además, ese proyecto en Soundcloud no parece tener fin, por tanto es difícilmente manejable: si está en constante evolución/crecimiento, ¿cómo lo acotamos para hablar de él, para analizarlo, como sí hacemos con un disco (o conjunto de canciones)? ¿No crees que tal cantidad de grabaciones acaba por ser contraproducente para el propio proyecto?
No lo sé, no sé qué clase de proyecto es este, sobre la marcha va tomando formas, formando y deformándose. Una cuantas canciones las tengo apartadas para otra naturaleza de grabación, y sus descartes. Seamos justos recordando que, desde el sector de la opinión, se exigió un cambio de mentalidad y formatos cuando la ley SOPA [argentina] y Sinde [española], la caída del millonario mega-algo. Ya sabrás de cuándo estoy hablando: a los músicos nos llamaron vagos, se restó valor al derecho del trabajador autor, nos exigieron que reformulemos el «negocio». ¡A los músicos! Una auténtica locura… Sin embargo, respondí, de la nada encontré este Soundcloud, y uso como herramienta el “puntocom” y el Tweety para difundir la existencia de música sin precio, ya que (hasta ahora) no recibí apoyo alguno de televisoras, radios, revistas ni periódicos (dedicados, en mi país, a desacreditarme y embarrar mi persona, con noticias de índole rosa-amarillo). Cantidad es calidad, escuché decir a Enrique Morente.

Para acabar: ¿tienes pensado girar este año?
No todo se hará por amor al arte. Lógicamente, aquello que hago por pura motivación artística es ignorado o rechazado, pero mis movimientos financieros importantes, serán recibidos con furor y entrega, ¡y seré el primero en agradecerlo! Me toca volver a la carretera, ensayar fuerte, volver a sonar, y a los hoteles. Estrenar disco y conciertos.

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Desde aquí puedes acceder al Soundcloud de Calamaro.

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