En los últimos días, la prensa argentina ha venido publicando noticias sobre la supuesta separación de Julieta Cardinali y Andrés Calamaro, por una aventura que él habría tenido en Chile con una joven modelo. La prensa del corazón, en su estilo, ha cargado con ganas las tintas, y Calamaro y Cardinali se han visto a merced del brutal huracán mediático.
Mientras todo esto sucedía, Calamaro permaneció en silencio, hasta que ayer, 31 de diciembre, publicó este texto en su web, con el título de «Respeto!!». Lo reproducimos íntegramente:
Quisiera no tener que escribir esto y no formar parte de una operacion de carnicería que me soprende y resulta en la más infame falta de respeto que haya visto; que los informadores sean «policías de provincias»; tontos pero crueles, que hackean cuentas de internet, que ofrecen dinero, que arruinan vidas mientras no sean las de los patrones del mundo del espectáculo… eso lo suponíamos; además hay todo un batallón de personajes (de ficción) que se prestan al escarnio; pero destruir una familia y el honor digno de personas que viven y conviven, enfrentando problemas como todos… eso es criminal, y además es malvado… Las peleas de artistas de tercera categoría son algo que sabemos que existe; la proliferación brutal de segmentos patéticos ya desarmó el oficio de los intérpretes y aún así nos hace cierta gracia; pero ahora llegaron demasiado lejos; están haciendo una carnicería con mi familia y con nuestra dignidad… Defiendo y pido furiosamente respeto para mi familia, somos tres… Deberían, sentir vergüenza por semejante irrespeto que ensucia el espíritu de tres que siempre van a ser una familia, con un padre, una madre y una hija… Están llegando demasiado lejos, no recuerdo semejante campaña de impudicia y crueldad berreta y mediocre; cada día nos arruinan un poco más nuestra vida armónica y respetable; consideren lo privado como sagrado & esta denuncia «basura» como un episodio criminal que destruye todos, y cada uno, de los valores de convivencia entre las personas; todos tenemos nuestras complicaciones en el trabajo, en la salud, en la convivencia, para llegar a fin de mes… Alguna vez un enorme artista nuestro me dijo «No soy un santo pero puedo ser discreto», palabras que resultaban vitales de picardía y código tratándose de un icónico veterano de lo mejor que la cultura argentina conoce… Lo primero que aprendemos los músicos de rock es saber cuándo callarse la boca; y ahora mismo es el deporte nacional de la policía mediática que nos avergüenza; como todos, yo también tengo abogados y pistoleros; pero ahora mismo pido con el respeto que no merecen (ninguno de los vergonzantes payasos de la incultura cruel, denunciantes aborrecibles) que dejen en paz a esta, nuestra familia… Ya hicieron bastante daño, demasiada vulgaridad con colores de espionaje berreta; sean incultos, sean tontos y feos, pero eviten hacer daño; no pensé que terminaría siendo necesario aclarar que las dificultades de la convivencia, la enfermedad de nuestros mayores, los ciclos de las personas que intentan aferrarse a un sentimiento conmovedor… son cosa nuestra y de nadie más; respeto mucho más a un delincuente que se juega el tipo que a esta subespecia bastarda que nos espía, que paga para hurgar en la basura hasta encontrar incluso lo que no existe… Suponiendo que todos tenemos una vida armónica y perfecta, viviendo en un mundo donde la deslealtad no existe; recomiendo violentamente que respeten la dignidad de mi familia, cada uno sabe o aprende cuándo y cómo enfrentar las dificultades sutiles; las no sutiles son aquellas que afectan nuestra salud y la de nuestros amados seres queridos, a veces en un doloroso último acto… El daño está hecho y es imperdonable; tengan la dignidad que no tienen, la elegancia que jamás van a tener, la nobleza que ensucian a diario desde sus ridiculos sites, programas miserables de radio y tv… Están desatando una serie de desdichas muy incómodas a una familia de artistas y ciudadanos sencillos, buena gente… Están lastimando a diario el corazón de la madre de mi hija, que intenta ser ejemplar frente a esta lluvia de información hiriente, venenosa y estrictamente íntima y privada… De momento les ruego nos dejen en paz, y lo hago con serenidad (que va a ser difícil de sostener)… Somos intérpretes, artistas de cine, de tv y de canciones de rock…
Intentemos terminar con esto ahora mismo, la sangre está llegando al río, es probable que hayan hecho un daño profundo… Ni nosotros ni nadie merece ser humillado, denunciado y perseguido de semejante forma… con o sin nombre y apellido… bajen inmediatamente un cambio.