PISTAS
«Mi peor experiencia como músico ha sido la muerte de Eduardo Benavente en accidente de tráfico, cuando viajábamos para tocar en Zaragoza»
Más de un año lleva Ana Curra, acompañada de su banda, girando por toda la geografía española con gran éxito y afectuosa acogida por parte del público. La reina de nuestro punk, la dama de las tinieblas, vio cumplir en 2022 los cuarenta años de El acto, ese incunable discográfico que, junto a Eduardo Benavente, dejó registrado para la posteridad bajo el nombre de una de las efigies fundamentales de nuestra historia musical, Parálisis Permanente. Todavía inmersa en tal conmemoración, a la que se une la presentación de sus últimos singles (“Hiel” y “Afrodita la monarca”), más toda su obra en solitario, sus conciertos continúan encendiendo la mecha y avivando la llama de esas almas acólitas que, bajo su hechizo de bruja, se rinden al encantamiento más hermosamente subversivo de nuestro pasado y nuestro presente sobre los escenarios. Sus próximas paradas son el festival Dark Mad Autocine de Madrid, el 29 de abril, y el Incendiari Fest, en Burjassot (Valencia), el 6 de mayo. Y mientras se prepara para ambos rituales, al tiempo que sigue con su rutina de profesora de piano en el Conservatorio de El Escorial, encuentra un momento para contestar a nuestro cuestionario más curioso. Cierto es que ya tuvimos la oportunidad de conocerla muy de cerca a través del libro Conversaciones con Ana Curra, de Sara Morales, pero con ella siempre hay ganas de más.
Texto: EFE EME.
Último libro que has leído.
Paura, la autobiografía de Darío Argento; Cuervos, de Daniel Rabal Davidov y Valentine, de Julio García Robles.
Última película que has visto.
La desconocida, de Giuseppe Tornatore; Midsommar, El callejón de las almas perdidas (Guillermo del Toro), Tár ( Cate Blanchett) y The whale ( Brendan Fraser). Dos protagonistas para Óscar, estas dos últimas.
Última serie de televisión que has visto.
He vuelto a ver True detective (primera temporada).
Último disco que has comprado o escuchado.
Every loser, de Iggy Pop. Y estoy esperando con impaciencia Darkadelic, de The Damned.
Último descubrimiento musical.
La URSS, Viuda, Lia Kali, VR Sex, Tercer Sol, Depresión Sonora, La Élite, Bala, Uniforms, Antifan, Sofía Gabanna, Margarita Quebrada y Young Dealer. Me encanta su último lanzamiento, “Nata”.
¿Cuál es el mejor concierto que has visto en tu vida?
El mejor puede que haya sido Portishead, pero, que me cambiase la vida, Iggy Pop en Rock-Ola.
¿Qué música escuchas cuando estás de gira?
Escuchamos un variado, sobre todo solemos ponernos al día en cosas que acaban de salir, de paso intercambiamos opiniones y gustos. En mi grupo, los chicos son de otra generación, yo chupo de su sangre, está claro, y ellos de mi memoria; les cuento cosas, pero no demasiado, no sea que se aburran.
¿Cuál ha sido tu peor experiencia como músico?
Recientemente, la pandemia: dos giras (Latinoamérica y Estados Unidos) se fueron por su agujero negro. Pero la peor, sin duda, fue la muerte de Eduardo Benavente en accidente de tráfico cuando viajábamos para tocar en Zaragoza.
¿Practicas algún deporte?
He practicado bastantes: esquí, caballos, motos, excursiones andando, en bici y me hubiera encantado el parapente. Me gustan todos aquellos que te proporcionan sensación de velocidad y libertad.
¿Eres aficionado a algún deporte?
Me gustan las carreras de motos, verlos en el límite me da subidón.
Ciudad favorita.
Tánger, Berlín y México DF.
Bebida preferida.
El licor café y la cerveza.
Comida que más te gusta.
Como de todo, me gusta todo, me encanta probar la comida que no conozco, experimentar con los sabores de otras regiones, de otros países y culturas; soy una disfrutona.
Tus mitos musicales.
David Bowie, Lou Reed, Iggy Pop, Nico, Siouxsie, Édith Piaf, Marianne Faithfull, Patti Smith, Bach, Mozart… Tengo una lista extensa.
Un vicio confesable.
Tengo una personalidad adictiva, pero, ahora mismo, solo soy un poco vigoréxica; voy cada día a por mi paquetillo de endorfinas al gimnasio. Es lo que hay…
Afición desconocida.
He sido coleccionista de todo: chapas, estampas, sellos, cromos, monedas, entradas de conciertos, carteles…. , incluso de pistolas de juguete conseguidas en ferias de pueblos jugando al tiro. Ahora ni de coña, me sobra todo: cuanto menos, mejor. Te complica la vida y para las mudanzas es un horror; tanto, que me bloquea, pero… me cuesta tirar.
Un placer musical culpable.
¿Algo que me guste y me avergüence? Pues no se me ocurre, me doy cuenta de que me gustan muchas cosas y creo que solo me avergonzaría de las sevillanas, no me producen placer sino rechazo. Las gaitas también me ponen muy nerviosa.
¿Con quién te gustaría compartir estudio o escenario?
Con Siouxsie.
¿Cuál es el disco que más has escuchado en tu vida?
Cualquiera de Bowie, Iggy Pop y Lou Reed, para mí son la santísima Trinidad.
¿Qué canción te gustaría que sonase en tu funeral?
“Confutatis maledictis”, de Mozart. «Confutatis maledictis flammis acribus addictis…» y, nada más terminar el coro, seguir con “All tomorrow’s parties”, canción de The Velvet Underground y Nico. La mezcla perfecta, musical y literaria. Vestida para matar en el pogo de la fiesta del juicio final.
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