Alondra Bentley: La nave de los sueños

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Alondra Bentley La nave de los sueñosTras recorrer durante varios años los escenarios de todo el país, la cantautora folk inglesa afincada en Murcia debuta con Ashfield Avenue, un disco marcado por la abundancia y nivel de las colaboraciones. Con esta entrevista damos inicio a una serie de conversaciones con algunas de las protagonistas de la nueva generación de chicas del pop español.

Texto: EDUARDO GUILLOT.


Hacía tanto tiempo que se hablaban maravillas de Alondra Bentley en los corrillos musicales del país, que lo sorprendente era que siguiera sin debutar discográficamente. Ashfield Avenue, editado por la independiente valenciana Absolute Beginners, pone fin a una espera que ha sido larga para todos menos para la frágil cantautora folk de origen inglés afincada en Murcia. «No me preocupaba no llegar a grabar nunca, porque, de un modo u otro, las canciones seguirían existiendo. Si no hubiera disco, estarían en maqueta, aunque no hubiera sido lo mismo. Pero en noviembre del año pasado, cuando regresé del estudio de grabación, ya estaba pensando en las canciones del segundo álbum», confiesa. «Una de las consecuencias positivas de haber editado el disco es que me ha renovado la ilusión por seguir escribiendo canciones, como si ahora, por fin, las cosas fueran realmente en serio».

El disco destaca por la extensa lista de invitados ilustres que han participado (miembros de Ciudadano, The Ladybug Transistor, Travolta, Schwarz), pero Alondra no teme que los árboles de las colaboraciones de lujo impidan ver el bosque de sus canciones. «Todas las colaboraciones son muy precisas, no fruto del capricho. Hemos preparado muy ciudadosamente la grabación, y las aportaciones de los músicos tampoco han hecho que las canciones sean muy distintas a cuando se compusieron con voz y guitarra. Lógicamente, había un margen para la improvisación, que propiciaba el productor, Paco Loco, pero eso era posible, precisamente, por el trabajo realizado antes de la grabación. ‘Giants are windmills’, por ejemplo, acabó creciendo mucho en el estudio».

Los arreglos de cuerda fueron responsabilidad de Joserra Senperena (La Buena Vida), aunque no acabaron plasmados como se esperaba. «Habíamos concretado trabajar con un cuarteto que tenía muy buenas referencias, pero es difícil que los profesionales procedentes del ámbito clásico sepan adaptarse a otras músicas. Fue lo más difícil de la grabación, y al final hubo que reinventar muchas de las canciones, sustituyendo las armonías por teclados y voces, porque era imposible grabarlas con cuerdas».

Los arreglos y la instrumentación escogida contribuyen a dotar al disco de un aire bucólico que su responsable asume. «No es tanto producto de la grabación como del proceso de composición. Hay dos canciones, ‘Shine’ y la primera del disco [misteriosamente titulada con tres puntos suspensivos], que describen sueños. Y es cierto que otras, como ‘Sugarman’, tienen un tono bucólico. Si tuviera que plasmar mi estado de ánimo, me sentiría identificada con esa expresión y lo que transmite».

Algunas de las presentaciones en directo son en formato de trío, acompañada de Xema Fuertes y Caio Bellveser (ambos miembros de Ciudadano). «Cuando pensábamos que el disco tendría seis canciones orquestadas, barajamos la posibilidad de llevarlo al directo con el acompañamiento de un cuarteto de cuerda, pero ahora estoy ofreciendo algunos conciertos en solitario con la guitarra y otros en trío. Xema es capaz de tocar cualquier instrumento, y además hace muchos de los coros que hay en el disco. Y Caio toca el piano y el contrabajo, pulsado y frotado, así que, de un modo u otro, suenan todos los arreglos del disco».


UN ASUNTO DE MUJERES

Del mismo modo que, a la hora de establecer comparaciones artísticas, Alondra Bentley suele ser equiparada con Karen Dalton, Jolie Holland o Vashti Bunyan, cuando se trata de situarla en el contexto español, es casi inevitable pensar igualmente en solistas femeninas. Una opción que quizá sea reduccionista, pero que, de alguna manera, refleja la actual abundancia de cantautoras en la escena estatal. Lidia Damunt, La Bien Querida o Anni B Sweet son algunas de las que han empezado a llamar la atención. «Hay días en que la idea de hayamos coincidido me gusta mucho, pero otros me cansa un poco, sobre todo porque es bastante cansino que siempre se establezcan las mismas comparaciones. Me gustaría que nos conociéramos más entre nosotras, porque esta idea de la invasión de chicas me resulta un poco abstracta. Pero es cierto que hemos salido muchas a la vez, y no sabría decir cuál es el motivo». En cabeza de todas ellas, la que más eco ha logrado: Russian Red. «No me molesta que me comparen con ella, lo veo razonable, porque ha tenido mucho éxito, pero a veces no comprendo los motivos. Y La Bien Querida y Lidia Damunt están haciendo discos maravillosos, pero no tienen nada que ver conmigo. Lo que no puedo asumir es que nos metan en el mismo saco por una cuestión biológica. Con Russian Red entiendo los paralelismos, pero no creo que ser chica y cantar sea una categoría musical en sí misma. Y además, muchas otras también están haciéndolo: Thérèse, de Alicante, que tiene unas canciones chulísimas, o Marina Gallardo, de Cádiz. Hay un montón, y cada día salen más».

Si quieres escuchar a Alondra Bently, accede desde aquí a su Myspace.

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