LIBROS
“Una persona frágil ante sus adicciones, dubitativo en lo musical y siempre dispuesto a dar una nueva vuelta de tuerca a su música”
Sergio Martos
“Alice Cooper. Bienvenidos a su pesadilla”
66RPM EDICIONS
Texto: EDUARDO IZQUIERDO.
Sergio Martos cierra el círculo. Él mismo lo había abierto cuando en 2013 publicó en la misma editorial “Por un billón de dólares”, considerable volumen que trataba los años del Alice Cooper Group. Esperábamos (y necesitábamos) que él mismo se encargara de narrarnos los años del genio de Detroit ya como artista en solitario. Esos que se inician en 1975 y que lo han traído a nuestros días con una notable dosis de acierto. Porque Martos era el mejor para ello. No solo porque ha seguido la carrera de Coop de cabo a rabo, viéndolo en incontables veces en directo, hablando en varias ocasiones con él, llegando a servir con su banda como grupo de apoyo incluso a músicos cercanos a Alice, sino porque además es un tío concienzudo. Ceñudo y absolutamente obsesionado por la fiabilidad de los datos, el autor no se ha conformado con picotear de una u otra página de Internet, sino que ha buscado el origen el río allí donde está, en las fuentes.
Trata este libro la parte de la carrera del hombre de la serpiente al cuello que se inicia con “Welcome to my nightmare”, de ahí ese curioso y acertado título, y a partir de ahí descubrimos a un artista, pero sobre todo a una persona, frágil ante sus adicciones, dubitativo en su apartado musical pero también hambriento ante las oportunidades y, sobre todo, siempre dispuesto a dar una nueva vuelta de tuerca a su música. Martos combina con acierto su particular y reconocible prosa, de estructura más o menos convencional en este tipo de obras, con pequeños interludios escritos por nombres tan esenciales y reconocibles como Patterson Hood, Chuck Prophet, Jim Wilson, Phil Demetrion, Michael Monroe o nuestro nacional Jon Iturbe, que colaboran a romper la dinámica de los textos de manera más que eficaz, convirtiendo la lectura en mucho más ágil. Son poco más de doscientas páginas, cargadas de anécdotas y datos que han conformado la vida de uno de esos artistas probablemente injustamente tratados por la historia. Esta obra se encarga de poner a Cooper por fin en su sitio, convirtiéndose de paso en uno de los lanzamientos literario-musicales del año.
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Anterior crítica de libros: “Viaje a una sala de fiestas y otros escritos dispersos”, de Rafael Azcona.