«La canción habla de aspectos que nos planteamos todos durante el confinamiento, con tiempo para reflexionar sobre dónde estamos»
Alumbrada durante el confinamiento, la nueva canción de Tórtel junto a Luna Valle reflexiona sobre el destino y el fin último de las cosas. Por Sara Morales.
Texto: SARA MORALES.
A Jorge, alma y voz de Tórtel, también le cundió en positivo el confinamiento. De aquellos días desolados en el encierro, con las vidas quebradas y las creencias rotas, brotaron de su imaginario palabras y melodías que ahora llegan para cantarnos a todos. Tras «Pirámides», «Probablemente no» y «El puño invisible», lanzadas al mundo estos meses atrás, el 16 de octubre ha sido «Algunos de nosotros» (Intromúsica, 2020) la que ha apuntillado esa media sonrisa que todavía conservamos.
Una canción con sentido teleológico, que no llega a caer en el determinismo atroz, pero que sí pone sobre la mesa reflexiones que atienden al destino y al fin último de las cosas, en un tiempo en que nos hemos visto obligados a parar el estrepitoso ritmo diario para dar cuenta de ellas: «La canción habla de aspectos que yo creo que nos planteamos todos durante el confinamiento, con bastante tiempo para pensar en momentos del pasado, pero también con tiempo para reflexionar sobre dónde estamos y hasta qué punto podemos guiar nuestro porvenir», explica Jorge.
La nostalgia, excepcional compañera a la hora de echar la vista atrás, se alza protagonista de un pasaje que nos invita a la propia retrospección de un modo casi cinematográfico por aquellas vivencias, recuerdos y personas que han formado parte de nuestra vida y que ya no están o, sencillamente, han cambiado tanto que ya no reconocemos. Sin embargo, el soplo de aire renovado se vislumbra a lo lejos cuando retornamos mentalmente al tiempo presente, impedimos que aquello nos duela demasiado y emprendemos un viaje a la esperanza que nos propone el futuro: «La conciencia de que todavía hay un montón de cosas por hacer, cosas que habrá que buscar más que esperar a que lleguen, siendo también necesario saber exactamente de qué formamos parte», matiza.
El universo, nosotros y la voz de Luna
Marcado por el latido synthpop en el que hemos visto desenvolverse a Tórtel últimamente, pero esta vez con una sonoridad menos eléctrica que los singles que lo preceden, «Algunos de nosotros» busca llegar a los oídos y asentarse en la psique de un modo más directo y certero, sin demasiados enredos maquinistas, sin artificios. Se trata de una composición sencilla, honesta, casi transparente en melodía y decidida en verbo, que ha sido grabada en el estudio casero de Jorge junto a Jesús Maciá (Fffflashback): «En cierto sentido es como si Fffflashback y yo, como productores y arreglistas, nos hubiéramos echado a un lado en favor de lo que la canción necesita. Con ella buscaba transmitir paz».
Esta serenidad alcanzada ya ha dejado de ser quimera, y toma una dimensión extraordinaria gracias a la aportación de Luna Valle con su voz. Ese bálsamo de dulzura, en mitad de la tormenta sintética de Tórtel, aporta cierto halo de balada a la pieza y, muy pronto, podremos verla al frente de su primer single propio, «Estado de alarma»; también con Intromúsica y con Jorge precisamente como productor, que nos habla así de la joven promesa de diecisiete años: «Conocía a Luna desde hace tiempo, cuando era una niña y a veces venía a alguno de los conciertos de Tórtel acompañada por sus padres. Cuando oí sus demos me parecieron fantásticas, realmente me enamoraron; y la grabación arrancó de un modo muy bonito: el padre de Luna quería regalarle para Navidades la grabación de un par de canciones en nuestro pequeño estudio, simplemente con la intención de que ella pudiera tener la experiencia de grabar algo mejor de cómo podía hacerlo en su habitación. En cuanto empezamos a darle forma tuve claro que a mucha gente le iba a encantar escuchar aquello, y que lo que iba ser un regalo para Luna, en realidad podía acabar siendo un regalo para muchos».
De momento nos deleitamos con este sugerente obsequio sonoro a manos de Tórtel que es «Algunos de nosotros» y en el que Luna juega el papel de un presente que viaja a los recuerdos compartidos, al pasado como nexo de unión de varias generaciones: «Para mí era importante que la cantara conmigo precisamente ella. Es curioso como a su edad tiene vinculados recuerdos a lugares donde yo hacía prácticamente lo mismo veinticinco años antes, y supongo que antes que yo habría otros por allí también muy parecidos a nosotros».
El rostro de «Algunos de nosotros»
Un viaje antropológico a ritmo sereno y detallista que, como recalca Jorge, «va de lo universal a lo personal, de lo macro a lo micro», que abraza ese concepto inclusivo de «nosotros» como unidad, en contraposición del «vosotros» o del «ellos», y comparte espacios que se mantienen a pesar del paso del tiempo. Esos lugares, entre los que se encuentran imágenes de pinturas y esculturas de Antonio González, son los que se dejan ver en el vídeo que acompaña a la canción, que grabaron Jorge y Luna de un modo muy rústico con un móvil y que después montó ella personalmente en casa.
Una pequeña obra de arte común que representa a muchos y toma forma de metáfora visual cuando, desde la portada, creada por la pintora Marina Iglesias, retomamos ese viaje a los ancestros, pero desde la contemporaneidad de hoy, en un fantástico recorrido por la memoria y la historia a base de emociones de rabiosa actualidad.