“Los Zigarros son exponente del escapismo, entretenimiento puro y duro, rock crujiente y molón”
Los Zigarros
“A todo que sí”
UNIVERSAL
Texto: JUANJO ORDÁS.
Uno tiene que preguntarse qué le pide a la música. Cuando alguien se predispone a escuchar un disco, tiene que tener más o menos claro lo que espera de él. Y sobre todo esperar con lógica. A lo largo de un mismo día, podemos pasar por varios estados emocionales, o quizá sea solo una emoción la que predomine, pero hay que saber qué es lo que se va a escuchar, si queremos que nos lleve o nos acompañe. Todo esto viene a cuento de que Los Zigarros son lo que son, recogen una tradición y la viven. Pedirles otra cosa sería absurdo. Son buenos en lo que hacen, la cuestión es si quieres lo que hacen. Con su debut no descubrieron nada nuevo y con “A todo que sí” siguen en la misma trinchera: rock and roll clásico que se mueve entre Tequila, Aerosmith y ACDC. Muy en su sitio los dos hermanos, sonando de puta madre, y muy en su sitio Carlos Raya, que les deja sonar a su manera sin imponer ningún criterio, pero siendo seguramente determinante a la hora de parametrizar el disco.
“A todo que sí” suena más duro, más estable y más divertido que cualquier cosa que les hayas escuchado antes. Escriben mejor, concretan mejor y aunque su camino es el que esperas que anden, eso también es garantía de que te vas a encontrar con lo que esperas. Los Zigarros son exponente del escapismo, entretenimiento puro y duro, rock crujiente y molón. No van a cambiar el mundo ni lo pretenden. Es especialmente destacable el amago pop en la eléctrica ‘¿Qué demonios hago yo aquí?’, un hit en toda regla que seguro se vuelve indispensable en un repertorio, ahora ampliado por trallazos como el sencillo ‘Dentro de la ley’ y ‘Baila conmigo’, que engaña como balada setentera para, lo adivinaste, rockear sin contemplaciones.
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Anterior crítica de discos: “Dolls of highland”, de Kyle Craft.
