FONDO DE CATÁLOGO
«Música que no pasa de moda, que mantiene eternamente ese punto de frescura que no se marchita»
Tras el sorprendente Coge el tren, estreno de Mermelada, el grupo despachó un trabajo titulado A punto que cumple cuarenta años sin perder un ápice de frescura y de rock and roll. El primigenio proyecto de Javier Teixidor, actual líder de la J. Teixi Band. Lo desbroza Manel Celeiro.
Mermelada
A punto
CHAPA DISCOS, 1980
Texto: MANEL CELEIRO.
El pub rock se puede considerar como uno de los precursores del estallido punk. Música primaria, recia y dirigida a la entrepierna, creada para beber y bailar, recurso infalible para dejar atrás y olvidar tanto las largas jornadas laborales como los problemas del día a día, y lo suficientemente ruidosa y agresiva para destacar entre las charlas y los ruidos de fondo que forman la banda sonora de los bares. Fue una de las primeras muestras de rebeldía, entre finales de los sesenta y principios de los setenta, ante el acomodo del rock en bandas de gran virtuosismo técnico y complicadas estructuras como podían ser, por citar un ejemplo, las afiliadas al club del progresivo. Vuelta al ¡one, two, three!, a la energía primaria, a las canciones de cuatro acordes. Bandas que amenizaban la oferta de bebida y comida de los pubs cuyo epicentro fueron los establecimientos del área metropolitana londinense y que consiguieron crear un circuito estable de actuaciones. Entre todos los que se trabajaron ese circuito podemos destacar, entre otros, a Kilburn & The Highroads (con Ian Dury al frente), Ducks de Luxe, Count Bishops, Eddie & The Hot Rods, The 101’ers (con Joe Strummer de The Clash), The Brinsleys, Kursaal Flyers o los maravillosos Dr. Feelgood. Grupo, este último, nunca suficientemente bien ponderado, que además de grabar discos excelentes —su primera etapa con Wilko Johnson es de matrícula e incluso en la posterior editaron trabajos más que recomendables— y ofrecer un directo rebosante de adrenalina llegaron al número uno en Inglaterra con Stupidity, que figura en todas las listas como uno de los mejores discos en directo de la historia del rock. Y usamos al «doctor sientetebién» para llegar hasta los madrileños Mermelada, obvio el paralelismo entre ambas formaciones, defensoras del ritmo y blues más directo y carnal, ideal para ser tocado en garitos cargados (entonces) de humo y regados por whisky y cerveza.
Los madrileños nacieron en el madrileño barrio de Chamberí como Mermelada de Lentejas en 1977, editan un sencillo conteniendo “Marta” y “Dame la botella” con Chapa, sello en el que eran una rara avis entre una mayoría de hard rock, metal y rock urbano. Un estado, el de rara avis, que se mantenía si los comparamos con el entorno de la Movida Madrileña. Un par de años después, en el 79, acortaron el nombre a solo Mermelada y editaron su primer larga duración, Coge el tren, repleto de sudor y blues con temas como el que le da título, que incluso llego a figurar en los primeros puestos de Los 40 Principales, pese a un mensaje en que mostraba rechazo hacía las centrales nucleares, los centros comerciales y la contaminación. Otras composiciones que hicieron fortuna fueron “Bebiendo y bailando”, “Las seis de la mañana”, “Cantando blues” o “Boogie del pantano”, al lado de versiones adaptadas al castellano como la rollingestoniana “Down the road apiece”, rebautizada “Es mejor así”; el clásico “Wish you would” de Billy Boy Arnold, que se convirtió en “Espero que puedas ser feliz”; o la emblemática “Encrucijada”, que no es más que el mítico “Crossroads” de Robert Johnson. ¿Recuerdan a Dr. Feelgood? Mermelada eran la encarnación castiza de los de Canvey Island. Hubieran podido intercambiarse músicos entre ambas bandas, tal era la conexión musical existente entre unos y otros con la influencia básica de la música negra por bandera.
El «síndrome del segundo disco»
A punto, editado también por Chapa en 1980, presentaba una banda que mantenía arriba la adrenalina, pero, al mismo tiempo, evidenciaba una clara evolución fruto de una mayor experiencia y del rodaje de furgoneta y carretera. Las composiciones son tan urgentes como en su debut, aunque exhiben más matices y mejores arreglos. Con el citado álbum superan con nota el «síndrome del segundo disco», treinta y seis minutos de veloz y rabioso rhythm and blues tocado con el aplomo del que se ha curtido en mil escenarios. Ponen en solfa por segunda vez una gran habilidad para hacer suyas canciones de otros autores, tomando cosas de Chuck Berry (“Cristina”), Lew Lewis (“Bien bien bien”) o apropiándose de la tradición popular en “Volviendo a casa”.
Las letras conectan con la época, inquietud juvenil, juergas y chicas con algún apunte de cierta denuncia social, especialmente presente en “Aunque tú lo intentes”, mientras las guitarras de Javier Teixidor disparan riffs a diestro y siniestro bien amparadas por una sección de ritmo que no baja el pistón ni para respirar y una armónica, a cargo de Javier «Moro» Encinas, que echa chispas. Abren con la arrogante autoafirmación de “Soy así”, con un piano juguetón poniendo el contrapunto y la certeza del estar en el camino correcto. «Yo no sé qué hacer sin el ritmo y el blues» es el primer verso de “No me va tan mal”, tras la cual entra el supervitaminado compás de “Seis”. Fiesta garantizada que va en aumento con el órgano garagero que domina “Te sonreirán” y una pieza instrumental (“F.M. Blues”) donde el espíritu de Booker T & The MG’s parece adueñarse de ellos. La melodía y el contagioso estribillo de “Me da igual” les proporcionó otro punto fuerte en sus directos dando paso a la parte final del disco.
El presente: J. Teixi Band
Tanto A punto como Coge el tren tuvieron en el 2002 unas flamantes reediciones por parte de BMG / Zafiro con sonido remasterizado que da gusto escucharlas. Música que no pasa de moda, que mantiene eternamente ese punto de frescura que no se marchita. Rock and roll y blues de pura cepa que tuvo continuidad durante unos cuantos años más, hasta que un proyecto paralelo creado para hacer bolos de versiones, la J. Teixi Band, tomó el relevo de Mermelada para seguir predicando la palabra del rhythm and blues con la misma prestancia. Y ahí siguen. Si pasan cerca de tu casa ni se te ocurra perdértelos, pasaremos lista.
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Anterior entrega de Fondo de catálogo: Nada, de Los Enemigos.