“Hay que aplaudir que alguien haya dado un paso adelante ante tanto programa musical tan pusilánime como hay por ahí”
El pasado martes, La Sexta estrenó “A mi manera”, su apuesta por un espacio musical en prime time. Entre los protagonistas, Mikel Erentxun, Manolo Tena y Antonio Carmona. Chema Domínguez nos cuenta sus primeras impresiones.
Texto: CHEMA DOMÍNGUEZ.
«A mi manera» consiguió disipar en su estreno las dudas acerca de las posibilidades de éxito de un programa sobre música en una cadena privada de alcance estatal. La Sexta volvió a apostar por lo inusual el pasado martes, en plena franja de máxima audiencia, cosechando un 8,4% de share, más de un punto por encima de la media del canal que también emite «Salvados» o «El Intermedio». A priori, un éxito logrado entre otras cosas por el buen hacer de Sole Giménez o Manolo Tena a la hora de reinventar y homenajear a Mikel Erentxun. Dentro de seis semanas, sabremos si el éxito aumenta o disminuye, y si «A mi manera» puede ser la llave que abra de nuevo la televisión a la música.
Afortunadamente, los titularers que hablaban de ‘reality’ musical se equivocaron o se precipitaron a la hora de enjuiciar «A mi manera». El objetivo son las canciones. Siete artistas rinden tributo a un compañero cada semana, esa es la motivación para haberlos juntado en un idílico rincón de Mallorca. Mikel Erentxun fue el primer protagonista. Y Antonio Carmona, David DeMaría, Nacho García Vega, Sole Giménez, Marta Sánchez y Manolo Tena, los primeros en agasajarle.
Según iban llegando los protagonistas a su destino, pensé que ese tren iba a descarrilar, las situaciones tópicas y las canciones escogidas para ambientar el estreno estaban lejos de ser las adecuadas. No porque fueran piezas menores –sonaron Van Morrison, Stevie Wonder, Lynyrd Skynyrd o The Who–, sino por la falta de sincronización con las imágenes y el ambiente que se quería crear.
Todo se enderezó cuando las líneas argumentales aparecieron. Mikel Erentxun fue entrevistado de forma coloquial por sus compañeros, mientras aparecían oportunas secuencias e imágenes de su trayectoria, intercalándose todo ello con las actuaciones de sus compañeros. El primero fue David De María atreviéndose con ‘Algún lugar’ y, «voilà», sorprendente. Manejó perfectamente la velocidad del tema, iniciándolo desde su terreno más íntimo para avivarlo según sumaba instrumentación y coros.
Sole Giménez no solo fue una de las grandes animadoras de la noche, y estuvo realmente encantadora, sino que se marcó un estupendo ‘No puedo evitar (pensar en ti)’ poniendo toda su alma de blues a disposición de esta gran canción. La cantante valenciana se cuidó para que Mikel no supiera qué canción iba a interpretar, arrancándole así una sorpresa mayor. «Has convertido una canción pequeña en una canción grande», le llegó a decir un emocionado Mikel, quien compuso la canción con diecinueve años.
Manolo Tena hizo de las suyas con ‘Mañana’, es decir, le añadió magia y encanto a un tema que escogió porque le gustan las canciones que hablan de esperanza, como él mismo dijo. Fantástico. Por su parte, Antonio Carmona trajo los mejores ecos de los Ketama que él abanderó, aquellos de «Konfusión» y «De akí a Ketama». La versión que hizo de ‘A un minuto de ti’ volvió a tender ese puente que Ketama y Antonio Vega construyeron cuando ‘Se dejaba llevar por ti’. «Ya no la volveré a cantar nunca más, cabrón», le dijo Mikel.
Otro de los grandes animadores de la velada, Nacho García Vega, anunció que actuaría sin gafas en homenaje a Mikel, y logró respetar al máximo el arreglo original de ‘¿Quién se acuerda de ti?’. Un tema que le vino como anillo al dedo, para volver a recordarnos porqué es una de las voces imprescindibles de nuestro rock y pop. Además, se encargó de cerrar el programa. Seré breve con Marta Sánchez: respetando su trayectoria y público, se me ocurren cien artistas que encajaban mucho mejor. Durmió en exceso ‘Una calle de París’, y parecía más preocupada por la puesta en escena que por la escena misma.
Mención especial merecen el productor y la banda que acompañó y acompañará a los protagonistas de «A mi manera». Carlos Narea (¿hace falta decir quién es?) marcó una producción sólida, preparada para el brillo de cada voz, sellando una excelente base que permitió armonizar y matizar espléndidamente cada tema. Ellos son Marcelo Fuentes (bajo), Juan Carmona Reyes (percusión), Ricardo Marín y Osvi Grecco (guitarras), Basilio Martí y Giovanni Tradardi (teclados), Sol Pilas y Mayte Pizarro (coros). Ángel Martos mezcló, y editaron el directo Rubén Suárez y Carlos Narea. Porque todo fue grabado en directo, otro detalle que se agradece.
El formato de «A mi manera» es una adaptación de «The best singers» y está producida por Magnolia TV. Es cierto que hay ideas suficientes por aquí como para no tener que recurrir a importar más formatos televisivos; también hubo topicazos, como anécdotas de hotel a las que se dio demasiada importancia, o un excesivo número de halagos para Erentxun, que –por supuesto– se merece, pero que endulzan demasiado el programa. Pero qué queremos, nadie es perfecto. Hay que aplaudir que alguien haya dado un paso adelante ante tanto programa musical tan pusilánime como hay por ahí.