ACÚSTICOS
“La belleza de la canción, interpretada con talento y creencia en lo que se hace, con la única ambición de mostrar la magia de lo meramente acústico”
Manolo Tarancón se detiene en el disco acústico “A corazón abierto”, un directo de Mikel Erentxun que salió en vinilo, en edición limitada, y se ha convertido en pieza de coleccionista.
Mikel Erentxun
“A corazón abierto”
WARNER, 2016
Texto: MANOLO TARANCÓN.
Eric Clapton, The Cure, Nirvana o Bob Dylan son algunos de los nombres que nos vienen a la cabeza cuando hablamos de los MTV Unplugged, una marca que se consolidó creada por la propia cadena de televisión estadounidense. Era lo que venía a producirse cuando un grupo o solista decidía salirse de su habitual zona de confort sonoro y su particular ADN para explorar otros territorios en formato acústico, dotando de un tratamiento diferente a temas ya registrados con anterioridad. Lo cierto es que causó, en su momento, un gran impacto.
La industria española fue adentrándose en estos territorios y ramificando este tipo de propuestas. De los conciertos acústicos grabados y editados con una banda alrededor destacamos por su repercusión el “Básico” de Antonio Vega o, con el mismo nombre, las diferentes entregas de Revólver, en este caso y todos ellos, siguiendo el paralelismo de la MTV pero aquí con 40 Principales.
Lo que harían otros por su cuenta y sin el apoyo de grandes marcas o cadenas, tiempo después, poco tendría que ver con esta génesis. Como ejemplos, los casos de Coque Malla con “Termonuclear en casa de Coque Malla” (Warner, 2011), Shuarma con “Grietas… en una casa abandonada” (BMG, 2012) o Erenxtun con “A corazón abierto” (GASA, 2016). En el primero de ellos, el protagonista invitó a su casa a unos cuantos periodistas y un reducido número de fans a través de un concurso para tocar y grabar junto a Nico Nieto (su guitarrista de confianza con el que ya ha girado en innumerables ocasiones en acústico) las canciones del disco “Termonuclear” en formato íntimo. En el caso de Shuarma, una casa abandonada del municipio de Rocafort en Valencia sirvió para registrar los mismos temas pero en formato más reducido al que sonaba en la versión eléctrica.
Mikel Erentxun iría más allá acotando muchos más elementos y exponiéndose a la desnudez completa. Bien por circunstancias de la crisis (que le llevaría a cubrir una buena parte de sus fechas acompañado de su guitarra los años anteriores) bien por darle a sus temas un tratamiento cercano al del proceso de creación, la grabación de “A corazón abierto” era el aliento necesario para perpetuar en su discografía un formato que cada vez le gusta y disfruta más. Los estudios Moon River de Fernando Macaya en Santander fueron los elegidos para registrar una grabación en la que estuvo acompañado únicamente de su guitarra acústica y su armónica. Así definía él mismo cómo nació la idea: “Hace ya unos cuantos años, empecé a subirme a los escenarios acompañado únicamente de mi guitarra. Obligado por la necesidad y la impaciencia. Solo ante el peligro y la noche. Un formato honesto y sincero. Una lectura del repertorio distinta. Un cruce de canciones, de tú a tú. Ahora me apetece grabar uno de esos conciertos. En la intimidad del silencio. Con la compañía de 50 amigos desconocidos. A corazón abierto. M”.
“A corazón abierto” no tiene que ver con estrategias discográficas o de mercado. Menos aún con la moda de editar discos en directo. Es una necesidad de quien es, sin duda, uno de los músicos que más aman el oficio que representa. Erentxun necesita el escenario o el estudio de grabación como respirar. Apenas rodeado de cincuenta privilegiados, y bajo los mandos técnicos del propio Macaya, Erentxun fue despachando el 1 de octubre de 2015 canciones que cerraban un ciclo que abarcaba sus últimos tres discos de estudio: “Detalle del miedo”, (Warner 2010), “24 golpes”, (Warner 2012) y “Corazones”, (Warner 2015), junto a algunas inéditas como ‘El oficio más viejo del mundo’, escrita junto a José María Cormán, finalmente descartada de su disco doble “El corredor de la suerte”, (Warner 2006). También algún tema que formaría parte del que sería su siguiente epé, “Corazón salvaje”, (Warner, 2015) y que curiosamente se editaría antes que este concierto reducido y que su público desconocía.
Posiblemente estamos ante la mejor interpretación de ‘Veneno’, que aparecería en la edición Deluxe de “24 golpes”, bastante habitual en sus directos y recientemente editada en versión eléctrica. Él mismo la define al presentarla como “una canción muy especial en mi repertorio de una forma fortuita, casual, porque no está en ningún disco de los vendidos. Está en un disco de los que se venden poco”. La adaptación acústica de ‘Corazón salvaje’ es sencillamente redonda, demostrando que a veces menos es más. La bonita y emotiva ‘Si te vas’ destaca por la emotividad de ese continuo arpegio, ‘Versus rocanrol’ propone un in crescendo en la voz y en la intensidad de la guitarra que la hace realmente desgarradora (de nuevo se atreve con la armónica), y ‘El mejor de mis días’ un relato cercano y de nuevo con una notable emotividad.
Hay que destacar la honestidad que emana el sonido final, sin apenas compresión en la guitarra para favorecer la dinámica y la naturalidad en pro de la interpretación y del dramatismo en la parte lírica. En el caso de la voz destaca la ausencia de reverb, para que suene real, cercana y directa. La belleza de la canción, interpretada con talento y creencia en lo que se hace, con la única ambición de mostrar la magia de lo meramente acústico y la interacción con el público que solo permiten los espacios reducidos.
Finalmente serían once las canciones publicadas a través del sello Gasa en 2016. Un disco que se ha convertido en objeto fetiche con sus mil únicas copias editadas en formato vinilo y en ocasión del Record Store Day del mismo año. Las fotos de portada, carpeta interior y trasera corresponden a Maxi del Campo. Las mezclas al propio Macaya y la masterización a Mario G. Alberni.
Erentxun ya lo ha hecho todo. O casi todo. Con Duncan Dhu y en solitario ha vivido la importante experiencia del disco editado en directo y en un enclave mítico como el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, su ciudad natal y en la que sigue residiendo en la actualidad. “A corazón abierto” es otra cosa. Apenas aparece en sus referencias discográficas de Internet ni en plataformas como Spotify y solo sus seguidores más fieles conocen de su existencia. Pero es vital para entenderlo como artista. El trabajo que a priori resulta menor se convierte en imprescindible para entender su obra en solitario. Y el hecho de que sea tan complicada de conseguir la hace, sin duda, mucho más apetecible.
–
Anterior entrega de Acústicos: “MTV Unplugged: El libro de las mutaciones” (2015), de Bunbury.