Black Sabbath siguen adelante con la grabación de su primer disco con Ozzy Osbourne desde “Never Say Die!”, de 1978. La banda está inmersa en la grabación de quince canciones, de las que doce formarán el nuevo álbum. Tony Iommi, enfermo de cáncer, grabó en Inglaterra hace unos meses su parte de guitarra en todos los temas. Mientras que el bajista Geezer Butler y Ozzy Osbourne trabajan en estos momentos sobre cinco de las canciones. Esto parece indicar que ya se han grabado las bases de batería, que no corresponderían a Bill Ward, que hace meses se desmarcó de sus compañeros por no estar de acuerdo con lo que iba a cobrar por la gira de reunión, que finalmente tuvo que ser acortada por la enfermedad de Iommi.
