Un cáncer acabó el 6 de octubre con la vida del rockero estadounidense Nick Curran, de 35 años. Curran nació el 20 de septiembre de 1977 en Biddefor, Maine. Fascinado por el blues y el rockabilly, Curran comenzó a tocar con el grupo de su padre, Mike Curran & the Tremors, para, a los 19 años, girar como guitarrista del clásico del rockabilly Ronnie Dawson. Instalado en Dallas se integró en la banda del retro-country Wayne Hancock. En 2000 publicó su primer disco solista, «Fixin’ your head», grabado en directo. Desde entonces, para las grabaciones únicamente empleaba material vintage. En 2001, su segundo disco, «Nitelife boogie» lo confirmó como uno de los músicos de rock and roll y sonidos clásicos más interesantes de la nueva generación. Sus siguientes álbumes fueron «Doctor Velvet» (2003), «Player!» (2004) y «Reform school girl» (2010). En 2008, cuatro de sus canciones fueron incluidas en la serie de televisión «True blood». En 2010 se le diagnosticó un cáncer en la lengua del que parecía que se había recuperado en 2011. Parece que en los últimos meses el tumor se reactivó y en las últimas semanas se encontraba en tratamiento. A Curran se le consideraba un cruce entre T-Bone Walker, Little Richard y Guitar Slim, con un sonido fuerte también influido por el punk.