Los miembros del grupo madrileño Le Punk, dos años después de su separación, han decido volver a los escenarios “a otro ritmo”. La banda deja claro que “No es una refundación, ni pretendemos retomar nuestra carrera, simplemente hemos pensado que sería buena idea llevar al grupo a otro pulso”. A partir de ahora ofrecerán conciertos “cada seis o siete meses; en realidad cuando nos lo pida el cuerpo. Haremos discos cada cinco u ocho años, si es que surge esa necesidad artística”. La primera actuación programada tendrá lugar el 19 de enero en la sala Joy Eslava de Madrid.
Este es el comunicado de Le Punk:
«No es una refundación, ni pretendemos retomar nuestra carrera, simplemente hemos pensado que sería buena idea llevar al grupo a otro pulso.
Esto seguramente necesita una explicación… pero en realidad también es muy sencilla.
Cuando nos separamos, lo hicimos de una manera silenciosa. No hubo tensiones, ni broncas, ni comunicados. Solo fue que el cansancio pudo con nosotros.
Todos los Le Punk teníamos la sensación de que necesitábamos hacer cosas nuevas, abrir un poco las ventanas y que entrase aire fresquito. Le habíamos dedicado 10 años a este asunto, éramos como un matrimonio (de nueve individuos) hastiado y aburrido.
Claro que nos queríamos… pero ya no había esa chispita; esa chispita que es en realidad la razón más poderosa para compartir cualquier experiencia. Nos reconocíamos a nosotros mismos como nuestra banda favorita y a la vez, como el motivo principal de nuestro hastío vital. Así que lo más sensato era dejarlo estar por una temporada, con un ‘ya si eso, más adelante…’, que es lo que se suele decir, y aunque normalmente es una excusa para cerrar una puerta lo menos violentamente posible, en este caso era verdad.
Han pasado dos años largos y cada uno de nosotros se ha metido en una guerra distinta. Hemos conocido otros amantes, otros locales de ensayo, otras camas…
Un día de este agosto pasado de repente volvió la chispita entre el calor de la ciudad casi vacía por las vacaciones. Solo hicieron falta unas pocas conversaciones telefónicas de un par de minutos cada una, y Le Punk había renacido.
Pero es importante para nosotros que entendáis el enfoque. No habrá disco cada año, ni gira, ni nada de eso. Cada uno de nosotros siete seguirá en su batalla personal, algunos en su propia carrera musical, otros de una manera tangencial, todos seguiremos haciendo música al margen de Le Punk, pero consideramos que Le Punk es algo lo suficientemente molón como para darle vida a otro ritmo.
O sea, que tocaremos una vez cada seis o siete meses; en realidad cuando nos lo pida el cuerpo. Haremos discos cada cinco u ocho años, si es que surge esa necesidad artística.
Así que ahora os convocamos a este concierto especial, que será en realidad una fiesta, para hacer lo que siempre hacíamos con vosotros, cantar, bailar, beber… porque teníamos el público más alucinante con el que unos tipejos como nosotros podrían soñar, y porque recordamos nuestro anterior romance con vosotros en Joy como el polvo de nuestra vida.
Así que también hay algo de egoísmo hedonista. No nos importa que le hayáis entregado el corazón a Vetusta Morla o que hayáis retomado vuestra relación con Bunbury, o Calamaro o quien sea.
Os citamos para tener una aventura, luego volveremos a desaparecer otra temporada… por algo somos La Logia de la Canalla.
Un beso.»
