La cara oculta del rock: El golpe de suerte de “Mama” Cass

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«Los obreros lanzaron una tubería de metal fino que me golpeó la cabeza y me tiró al suelo. Sufrí una contusión y fui al hospital. Tuve un horrible dolor de cabeza durante dos semanas y de repente cantaba en un tono más alto. Es cierto. Lo juro por Dios»

La voz de “Mama” Cass es inconfundible pero no siempre fue así. La cantante reconoció que después de golpearse la cabeza con una tubería, obtuvo un mayor rango vocal y así pudo unirse a The Mamas & The Papas. Detrás de esta asombrosa proeza se esconde una historia llena de rechazos y mentiras. Héctor Sánchez nos la cuenta.

 

 

Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Spiderman obtuvo sus poderes gracias a una picadura de araña. El Doctor Bruce Banner se convirtió en el increíble Hulk después de una radiación. A pesar de no ser una superheroína, “Mama” Cass también vivió un momento clave en su vida en el que recibió unos superpoderes nuevos, o mejor dicho, un rango vocal mayor del que tenía. Una tubería tuvo la culpa. Corría el año 1965 y la cantante todavía no había entrado en el grupo The Mamas & The Papas cuando una tubería se desprendió del techo y Cass Elliot tuvo la desgracia, o la suerte, de encontrarse debajo y cruzarse en su camino. El golpe que recibió en la cabeza no solo le dejó su correspondiente chichón, sino que, además, hizo que el rango vocal de la cantante creciera en tres notas. Ahora que Cass tenía una voz mucho más poderosa, John Phillips aceptó que entrara en su nuevo grupo. Antes, Phillips había rechazado a la cantante debido a que esta no era capaz de alcanzar determinadas notas.

Aunque puede parecer increíble, la propia “Mama” Cass lo reconoció en una entrevista que concedió a la revista “Rolling Stone” en el año 1968 cuando le preguntaron sobre la verdad del incidente de la tubería: “Es cierto, me golpeé en la cabeza con una tubería que cayó y mi rango vocal incrementó en tres notas. Estaban remodelando un club en las Islas Vírgenes, modernizándolo, poniendo una nueva pista de baile. Los obreros lanzaron una tubería de metal fino que me golpeó la cabeza y me tiró al suelo. Sufrí una contusión y fui al hospital. Tuve un horrible dolor de cabeza durante dos semanas y de repente cantaba en un tono más alto. Es cierto. Lo juro por Dios”.

Cass Elliot podía jurar por Dios o por quien fuera necesario que su voz había mejorado; sin embargo, las personas que la conocían no notaron ninguna diferencia en el registro vocal de la cantante después de recibir el golpe. “Recuerdo cuando se golpeó en la cabeza con una tubería, pero si escuchas a Cass cantando sola antes de unirse al grupo, cantaba más o menos igual, muy, muy alto”, declaró Michelle Phillips, su compañera de The Mamas & The Papas y esposa de John Phillips. Tampoco notó ningún cambio el cantante y guitarrista de The Byrds, Roger McGuinn, que había seguido la trayectoria de Cass Elliot con su anterior grupo: “Conocí a Cass cuando estaba en Big Three. Recuerdo haberles visto en The Bitter End. Solía ir mucho por ahí. Pero la voz de Cass ya se salía de lo común, incluso por aquel entonces. No hay duda de ello. Una gran mujer y una gran cantante”. Y lo mismo confirmó el cantante Jerry Yester: “Cass siempre fue una gran cantante, incluso por aquel entonces. Nunca noté una diferencia en su voz entre aquellos días y la época de The Mamas & The Papas”. Si todo el mundo estaba de acuerdo en que no existía un antes y un después en la voz de “Mama” Cass tras sufrir el accidente de la tubería, ¿de dónde surgió esta historia?

 

Por extraño que parezca, toda esta invención del nuevo chorro de voz de Cass está relacionada con sus 110 kilos de peso. ¿Y por qué mezclar la velocidad con el tocino? La hermana de Michelle Phillips, Russell Gilliam, además de catalogar la historia del nuevo registro vocal como “una estupidez”, explicó el origen de esta leyenda urbana que se remonta a antes de que Cass Elliot se uniera al cuarteto que le otorgaría fama: “Durante todo el tiempo que Cass estuvo en las islas Vírgenes, ella quería estar en el grupo. John se negó a dejarla entrar en el grupo por una única razón: estaba demasiado gorda. Una vez que se hicieron famosos, él no podía decir eso. Se inventaron una historia que decía que no podía alcanzar una cierta nota y que eso cambió cuando se golpeó con la tubería… De dónde se sacaron esto, nunca lo sabré”.

Así que John Phillips tuvo que inventarse esta absurda mentirijilla para no quedar retratado como un ser despreciable y superficial y reconocer que había rechazado a una persona no por su valía, sino por su aspecto físico. “Mitch, Denny y yo éramos tres palillos y ella era enorme. El sonido no encajaba y el aspecto, aún menos. Así que la dejé fuera”, llegó a declarar el cerebro de The Mamas & The Papas. El otro hombre del grupo, Denny Doherty, confirmó el rechazo que mostró Phillips hacia Cass: “¡Era demasiado gorda! Él ya tenía a su mujer ideal: Michelle”. Y mientras tanto, ¿qué hacía “Mama” Cass antes de formar parte de la banda? Según Russell Gilliam, “Cass les seguía como un cachorrillo. Fueran donde fuera, Cass siempre aparecía pidiéndole cantar con el grupo y John no le dejaba”.

La cantante vivió la misma experiencia que sufre un niño cuando el resto de muchachos no le dejan jugar con ellos solo porque pesar más que los demás. El desenlace de la historia es de sobra conocido: Cass Elliot acaba entrando en el grupo a pesar de su volumen. Aunque “Mama” Cass fue tratada como un patito feo y nunca se convirtió en un cisne, sin su figura y sin su voz, The Mamas & The Papas hubieran nacido huérfanos al no tener a la más grande de sus dos madres.

Anterior entrega de La cara oculta del rock: Grace Slick, en el nombre de Dios.

Puedes seguir a Héctor Sánchez en su propio blog.

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