“Pillé a Bowie en la cama con hombres varias veces. De hecho, la mejor de ellas fue cuando le pillé en la cama con Mick Jagger”
‘Angie’, la balada más famosa de los Rolling Stones, suele ser interpretada como una declaración de amor de Mick Jagger a la que por entonces era esposa de David Bowie, Angela. Sin embargo, también se asocia a Bowie como destinatario, ya que la propia Angie aseguró haber encontrado en la cama a su marido con Mick. ¿Quién es la auténtica ‘Angie’?
Una sección de HÉCTOR SÁNCHEZ.
Los Rolling Stones lo tenían difícil. Después de “Exile on main st.” (1972), el álbum que habían grabado exiliados en Francia, resultaba muy complicado que Sus Satánicas Majestades volvieran a superarse a sí mismos. “Beggars banquet” (1968), “Let it bleed” (1969) y “Sticky fingers” (1971) habían sido los escalones para llegar a la cumbre de con este disco doble. Así que con este listón tan alto, cuando los Stones publicaron en 1973 su siguiente trabajo, “Goat head soup”, la crítica los devoró. Sin embargo, a pesar de los comentarios desfavorables, el elepé se vendió por una razón con nombre propio: ‘Angie’. De repente, los malvados Rolling Stones, aquellos hombres a quienes los padres nunca dejarían que salieran con sus hijas, habían creado una balada que las radiofórmulas exprimirían hasta la saciedad. Y, de paso, se habían metido en el bolsillo a un público nuevo que antes no tenían gracias a este tema sobre el fin de una relación.
¿Pero quién es esa Angie? Se suele dar por sentado que la canción está inspirada en la primera mujer de David Bowie, Angela, con quien se suponía que Mick Jagger tenía un idilio. Sin embargo, esto no es cierto. Otra interpretación dice que bajo el nombre de ‘Angie’ se escondía una identidad masculina y que este tema era una declaración de amor de Morritos Jagger hacia el Duque Blanco que tuvo que camuflar bajo un nombre de mujer. Tampoco es verdad. Esta interpretación se originó después de unas declaraciones de Angela Bowie que darían lugar a una de las más populares leyendas urbanas del rock.
El 4 de mayo de 1990, Angela fue invitada al programa de televisión “The Joan Rivers show” con la intención de contar las intimidades de su exmarido. El secreto de sumario de su divorcio había expirado y la mujer ya podía airear los trapos sucios de sus diez años de matrimonio con el camaleónico Bowie. Entonces, en el plató, sentada en el sofá junto a Joan Rivers y al humorista Howard Stern, Angie soltó una famosa perla sobre las aventuras de su antiguo esposo: “Le pillé en la cama con hombres varias veces. De hecho, la mejor de ellas fue cuando le pillé en la cama con Mick Jagger”. Ante semejante declaración, la audiencia explotó con una potente y efusiva ovación, y la mujer se animó y comenzó a añadir detalles diciendo que los encontró desnudos y su reacción fue irse a preparar el desayuno.
El rumor comenzó a crecer como la espuma. ¿Habían mantenido relaciones sexuales David Bowie y Mick Jagger? Cuando estos comentarios llegaron a los oídos del vocalista de los Stones, Jagger aseguró que era una “tontería”. Por otro lado, el abogado de Bowie redactó una carta con un mensaje conciso y directo: “Cualquier insinuación de que hubiera una aventura homosexual entre Mick Jagger y David Bowie es pura invención”. El autor de la biografía sobre el Duque Blanco, “David Bowie. Starman” (Alba Editorial), Paul Trynka, no cree que esto sucediera y lo describe de una manera gráfica: “Resulta ridículo para todo aquel que los haya visto juntos. Ambos eran cautelosos e, incluso veinte años después, seguirán siendo demasiado conscientes de su posición con respecto al otro. La idea de que uno de ellos se abriese completamente al otro era inconcebible, menos aún ser ‘el pasivo’”.
En una semana, Angie Bowie volvía a un plató de televisión, esta vez al programa de Geraldo Rivera, para quitar hierro al asunto y desmentir el rumor que ella misma había insinuado: “No pillé a ninguno en el acto, lo único que encontré fueron dos personas durmiendo en mi cama, resultó que estaban desnudos y resultó que eran Mick Jagger y David Bowie, pero no es para tanto. Eso no significa que fuera algún tipo de aventura”.
Sin embargo, ahí no quedaría la cosa y Angela volvería a la carga en su autobiografía, “Backstage passes: Life on the wild side with David Bowie”, publicada en 1993: “Hay dos formas de ver el incidente. Una de ellas, como una situación normal en Londres: unos amigos íntimos vuelven a casa borrachos o colocados después de una noche de fiesta, consiguen quitarse la ropa, se echan en la cama y se quedan inconscientes. Por la mañana, llega la esposa con una bebida para despertarles, empieza la resaca y la vida vuelve a la normalidad”. Como se puede esperar, la mujer siguió haciendo leña del árbol caído, pero esta vez ya pasó de las insinuaciones a las acusaciones: “Por otra parte, creo que la suposición era correcta, o por decirlo de otra manera, cuando entré en aquella habitación y encontré a Mick y David juntos, estaba completamente segura de que habían estado montándoselo. En realidad era tan obvio que nunca llegué a considerar la posibilidad de que no hubieran estado montándoselo”.
La respuesta a si este hecho tuvo lugar o no solo la tienen los dos protagonistas. En 1995, Bowie se pronunció de forma lacónica sobre sus secretos de alcoba: “Hace unos 15 o 16 años acabé cansado de esquivar preguntas sobre lo que hacía con mi pene a principios de los 70. Mi sugerencia a la gente con intereses lascivos es que echen un vistazo a las 30 o 40 biografías que existen sobre mí y que elijan el rumor que quieran”.
Pero toda esta historia todavía no ha contestado a la pregunta inicial. ¿Quién es realmente ‘Angie’? La respuesta a este interrogante no la tiene Mick Jagger, sino Keith Richards, el principal artífice de la canción. Así recuerda el guitarrista en sus memorias cómo se le ocurrió el tema mientras estaba tratando su adicción a las drogas: “Yo estaba en la clínica y Anita (Pallenberg), un poco más abajo, en la misma calle, trayendo al mundo a nuestra hija Angela. Una vez que pasó el trauma habitual de los primeros días, agarré una guitarra que tenía y escribí ‘Angie’ sentado en la cama en una tarde, porque por fin podía mover los dedos otra vez y ponerlos donde se suponía que iban, y ya no sentía que me tenía que cagar en la cama o subirme por las paredes ni estaba frenético. Así que empecé a cantar ‘Angie, Angie’. No era sobre nadie en particular, no era más que un nombre, podía haber sido ‘ooooh, Diana’, de hecho no sabía que Angela se iba a llamar Angela cuando compuse ‘Angie’. Entonces no se sabía el sexo del bebé hasta que nacía; lo que es más, Anita le puso Dandelion… Solo le cayó Ángela de segundo porque nació en un hospital católico donde insistieron en que se añadiera también un nombre ‘como es debido’. En cuanto creció un poco, la propia Angela dijo: ‘No me volváis a llamar Dandy en la vida’”.
Resulta curioso que ni Mick ni David ni Angie, los protagonistas de esta historia, tuvieran algo que ver con el significado de una canción que siempre se les ha asociado a los tres.
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Anterior entrega de La cara oculta del rock: Deep Purple, disparos en Japón.
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