«No es más que una presentación de lo que va a ser su disco, pero si el de Clyde no es destacado como un disco que amplía y refresca el pop español, es que nuestro mercado sigue siendo injusto»
Clyde
«Intermediarios EP»
DISCOS DE LA BAHÍA
Texto: CÉSAR PRIETO.
Cuando me iban comentando, en el periodo de grabación, que el nuevo disco de Clyde –un ep que adelanta su tercer disco– tenía un aire más americano, la sensación que se me abrió fue la curiosidad. Clyde había sido calificado ya desde sus primeras maquetas de hace diez años en una efímera escuela –tan efímera que sospecho que el término jamás llegó a los papeles y solo lo usamos en «petit comité»– que recibió el nombre de tristipop. Canciones hechas de otoño, de cierta dejadez vital, de lluvias, de nieblas que solo apuntan y no llegan a ser, del final de las fiestas. Una época en que quizás Mirafiori o el grupo que nos ocupa representaban el mejor pop de guitarras que se hacía en el país.
Así que la duda ante lo que me iba a encontrar hacía que la espera fuese más urgente, y al llegar a casa el disco y al escucharlo vi que no era tan devoto de sonidos estadounidenses como parecía. Es cierto que está grabado en Nashville con Brad Jones al mismo tiempo que en El Puerto de Santa María con Paco Loco, es cierto que hacen una versión del ‘Who’ll stop the rain’ de John Fogerty o que las guitarras son más claras y precisas, oculta un tanto la languidez, y esto hace que las canciones respiren; pero también es cierto que la misma semilla de hace años continúa presente en letras y música. No hay más que escuchar ‘Contando gotas de lluvia II’ en la que no solo recuerda el título de una canción anterior, agridulce recuerdo de ese pasado lleno de ilusiones, de esperanzas perdidas, sino que conserva ese tono menor que tomaba el pop como intimidad, que sigue emocionando.
Quizás las estructuras sean más también más convencionales en estrofa y estribillo, pero eso no afecta desde luego al resultado, ahí está ‘Canción de las sombras’, sin duda una de las melodías más bonitas que habrá en este 2012, una letra llena de esperanzas que al llegar al estribillo se carga de luminosidad en la instrumentación, de tonos amplios y cálidos. No es más que una presentación de lo que va a ser su disco, con el complemento de la versión citada, pero si el de Clyde no es destacado como un disco que amplía y refresca el pop español, es que nuestro mercado sigue siendo injusto.
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