En los últimos tiempos, y en los ambientes musicales, se comenta que la solución frente a las descargas ilegales –dado que se descarta que el personal, tras años de descargar impunemente música gratis, esté dispuesto a «reciclarse» a las fórmulas habituales actualmente: pago por canción o por disco– estará en abonarse a catálogos o a operadores que ofrezcan «paquetes» mensuales: quinientas canciones por tanto, mil por otro tanto, etc. Una variante de esa idea es la fórmula escogida por Neuf Cegetel, un provedor francés de acceso a internet que desde esta semana comenzará a ofrecer a sus abonados al sistema Triple Play (internet, televisión y teléfono; todo ello por 29,90 euros mensuales), la posibilidad de descargarse, sin coste adicional y sin limitación, música del catálogo de Universal Music en una oferta de nueve géneros musicales. Pero, por 4,99 euros mensuales más, podrá acceder a todo el catálogo de la discográfica.
Todos los archivos descargados llevaran el DRM anticopia que obligará a los usuarios a conectar una vez al mes sus ordenadores (hasta tres máquinas distintas por usuario), lectores de Mp3 y teléfonos móviles al sistema para renovar la licencia. Otros operadores ya se preguntan si la operación vulnera la competencia.
Quizás esta no sea la solución definitiva, pero es una idea ingeniosa, que es precisamente lo que últimamente escasea en una anquilosada industria musical que cada vez tiene mayor apariencia de un gigante abatido y dispuesto a dejarse morir aferrado a sus fórmulas de siempre.