Mark David Chapman escogió a John Lennon para matarlo de entre una lista de cinco famosos en la que figuraban Johnny Carson y Elizabeth Taylor.
En la entrevista que el pasado 7 de septiembre mantuvo Chapman con los miembros de la Junta de Libertad Condicional del estado de Nueva York dijo que: “Tenía una lista de gente y él [Lennon] estaba el primero porque parecía más accesible que los demás. Me enteré de cuál era su edificio y fui allí. No parecía tan seguro como lo podrían haber sido los de las otras personas y entonces le elegí”.
Cuando le preguntaron quién más había en su lista respondió: “Estuve pensando eso el otro día, porque sabía que me lo iban a preguntar. Johnny Carson era uno de ellos, y Elizabeth Taylor también, pero he olvidado a los otros dos”.
Su intención era hacerse famoso, “no se trataba de ellos, sólo se trataba de mí”. Chapman expresó que su crimen fue “una horrible decisión al acabar con la vida de otro ser humano por mi egoísmo. Creí que matando a John Lennon me convertiría en alguien, y en lugar de eso, me convertí en un asesino, y los asesinos no son nadie».
Finalmente, la Junta de Libertad Condicional decidió que Chapman continúe en al cárcel, cumpliendo su condena de entre veinte años y cadena perpetua.